JUEGOS OLÍMPICOS DE RÍO DE JANEIRO 2016

ORACIÓN OLÍMPICA


Río de Janeiro 2016

En la apertura de los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1952, delante de los 6000 atletas pertenecientes a 70 naciones, entre ellos los 300 rusos, el arzobispo luterano de Helsinki leyó esta oración, que es todo un programa, no sólo deportivo, sino de vida:

Dios eterno y todopoderoso, nosotros, llegados de todos rincones de la tierra a esta gran fiesta común de las naciones, nos inclinamos ante Ti para darte gracias por tu protección y para rezarte. Une a todos los pueblos del orbe con el lazo de la paz y de la concordia.

Enséñanos a comprendernos, a tolerarnos, a amarnos los unos a los otros a pesar de todo lo que nos separa: fronteras, lenguas, opiniones, culturas y religiones.

Ayúdanos a que desaparezcan el odio y la discordia, y así llegue a ser verdadera esta palabra: "Que haya un solo rebaño y un solo pastor".

Mira a estas jóvenes y a estos jóvenes, que en el ardor y la fuerza de la juventud se preparan para competir por los laureles de la victoria; ayúdales a luchar también para guardar la pureza y para alcanzar la corona imperecedera de la eternidad.

 

Curiosidades de las olimpiadas celebradas en China en 2008

En los Juegos del país más grande y poblado del planeta, Pekín fue el núcleo donde se tocaron los extremos del deporte, con Yao Ming poniéndose el traje del más alto de la justa (2,26m) o la sudafricana Natalie Du Toit haciendo historia al competir en 10 kilómetros de nado sin una pierna.

'Citus, Altus, Fortis (más rápido, más alto, más fuerte)' es el lema que resume el ideal olímpico y varios atletas lo encarnan a la perfección.

Du Toit es sin duda un ejemplo. La 'sirena de una pierna', pentacampeona paralímpica, logró el sueño que no pudo realizar su compatriota Oscar Pistorius, con dos piernas amputadas, en los 400m del atletismo: universalizar la élite con todas sus letras al sacar boleto en los 10.000 metros en aguas abiertas.

No menos curioso resulta la clasificación por primera vez a unos Juegos de la amazona australiana Laurie Lever, a sus 60 años, la de mayor edad de su país en salto de equitación, aunque el mayor de la justa es el japonés Hiroshi Hoketsu, de 67 años, que disputará la prueba de doma.

De todos modos, el nipón no podrá establecer un récord si logra medalla, pues esa plusmarca la tiene el sueco Oscar Swahn, que a sus 72 años y 10 meses obtuvo la presea de plata en tiro en Amberes-1920.

En el otro extremo, en Pekín estará el clavadista británico Tom Daley, serio aspirante más joven a medalla, con 14 años, tras ganar el título europeo de plataforma de 10 metros en Eindhoven este año. "Estoy deseando ir a los Juegos, tiene que ser algo realmente divertido", cuenta aún con mentalidad de niño.

Si el as británico bate a los estadounidenses y alemanes, principales rivales, de todos modos no sería el más joven en colgarse un oro olímpico, porque ese antecedente lo registró la norteamericana Aileen Rigen, que a los 13 años se impuso en trampolín en saltos ornamentales.

En sus Juegos, China quiere quedarse con todos los registros más importantes.

Además de proponerse ganar el medallero frente a Estados Unidos, el 24 de agosto en el cierre de los Olímpicos, los chinos tienen la delegación más grande de la historia olímpica con 639 deportistas, aunque otras 460 personas nutren un grupo total de 1.099 miembros, según el Jefe de Misión, Duan Shijie.

Por supuesto, la cara visible, con sus 2,26m, es el pívot Yao Ming, ídolo total en China y en la NBA estadounidense, donde milita desde hace años en Houston.

En Sudamérica, su opuesto es Bolivia, que enviará apenas 6 deportistas. "Me siento muy avergonzado porque enviamos una pequeña delegación y creo que como dirigentes tenemos mucho que debatir sobre las políticas del deporte", dijo al respecto el presidente Evo Morales.

Entre los medallistas olímpicos con más historias, el neozelandés Mark Todd, de 52 años, que fue oro en Los Angeles-1984 y Seúl-1988, va por sus sextos Juegos en Pekín-2008, tras ocho años de jubilación.

Aunque tal vez resulte más sorprendente la historia de la estadounidense Sheila Taormina.

A sus 39 años va por sus cuartos Juegos, pero con la salvedad de que debutará en una tercera disciplina distinta, tras ganar oro en natación en relevos 4x200 libres en Atlanta-1996, ser sexta en triatlón en Sydney-2000 y 23 en Atenas-2004, y ahora en Pekín intentará el podio en pentatlón.

"Nadie ha estado en un equipo Olímpico en un tercer deporte diferente. Pensé que era un reto interesante y tal vez podría concretarlo", afirmó Taormina maravillada.

 

 

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