LA VIRGEN DE LOS ÁNGELES
En la mañana del 2 de agosto de 1635, en un
lugar llamado "Puebla de los Pardos", en la provincia de Cartago, una joven
mestiza de nombre Juana Pereira, andaba buscando leña para cocinar los alimentos, cuando
encontró sobre una piedra donde nacía un manantial de agua cristalina, una "muñequita" de piedra con un niño en sus
brazos. En la tarde de ese mismo día, al ir otra vez al bosque, se sorprende al encontrar
sobre la misma piedra la misma imagencita de la mañana. Creyendo que era otra
"muñeca", muy contenta se la lleva para su casa. Sin embargo, al llegar a su
hogar, nota que la otra imagen no está en el lugar en el que ella la había dejado.
Al día siguiente, le volvió a suceder lo mismo, por lo que asustada, fue a la casa del
sacerdote del lugar, padre Alonso de Sandoval, a notificarle lo sucedido. El padre guarda
la imagen en una caja y se desentiende del asunto. Sin embargo, al día siguiente cuando
fue a buscarla, ya no estaba en la caja. Juana, al ir de nuevo a recoger leña se
vuelve a encontrar la imagen y corre a buscar al padre Sandoval. Éste decide tomar la imagen
y llevarla hasta la iglesia de la localidad y guardarla en el sagrario. Al día siguiente,
al abrir el sagrario nota que no está la imagen, por lo que de inmediato, se va a la
piedra y ahí la encontró. Comprendió entonces que en esa imagen estaba representada la
Virgen María y que Ella deseaba estar en ese lugar, que deseaba que se construyera en
aquel sitio una iglesia.
La imagen mide alrededor de 20 centímetros, es de una combinación de diferentes
materiales como roca volcánica, grafito y jade. Su color es negro, de ahí el por qué se
le llama cariñosamente "La Negrita". Es de cara redonda, ojos achinados, nariz
y boca pequeña. En su brazo izquierdo tiene al Niño Jesús, quien descansa sobre su pecho
con la mano derecha levantada en actitud de bendecir. Ambos se miran uno al otro. En la
actualidad, es mostrada a los fieles para su veneración en un hermoso ostensorio con
piedras preciosas. En la base de esta "custodia" hay una flor de lis rematada
por el ángel que sostiene la imagen de piedra.
El 24 de septiembre de 1824, por decreto de las máximas autoridades políticas del país,
se declaró a la Virgen de los Ángeles, patrona oficial de Costa Rica. El nombre se le
dio porque el 2 de agosto, día del hallazgo, la orden franciscana venera a su patrona
Santa María de los Ángeles.Todos los años, en Cartago (Costa Rica) se
realiza lo que se llama la romería , en donde llega un constante peregrinar
de devotos que van a visitar a su Madre de los cielos. Muchos entran de rodillas a su
basílica, como acto de humildad y de acción de gracias y luego van a rezar ante la roca
donde fue hallada la imagen.
Fechas relevantes relacionadas con Nuestra Señora de los Ángeles
2 de agosto
de 1635 Hallazgo de la Imagen
Abril de 1782 Proclamación como Patrona de Cartago
Agosto de 1824 Primer robo de la Imagen de la Virgen. Devuelta 4 días después
Septiembre de 1824 Declarada por la Asamblea Constituyente como Patrona Oficial de Costa
Rica
Año de 1833 Con ocasión de la Guerra Civil de la Liga se le llamó: "Princesa de la
Paz"
Marzo de 1862 El Papa Pío IX, concede a perpetuidad indulgencia plenaria a quien visite
el Santuario de los Angeles
Noviembre de 1888 Segundo robo de todos los atuendos y vestimentas de la Imagen
Año de 1912 Se inicia la construcción del actual Santuario de Los Angeles
Abril de 1926 Solemne Coronación de la Imagen de la Virgen como Reina de Costa Rica
Año de 1935: Celebración del Tricentenario del Hallazgo de la Imagen
Julio de 1935 Su Santidad Pío XI eleva el Santuario a rango de Basílica.
Abril de 1944 Elección del Santuario como «Parroquia de Nuestra Señora de los
Angeles».
Abril de 1944 Es declarado altar de privilegio el «Altar Mayor»
Mayo de 1950 Tercer robo de la Imagen de la Virgen. Es encontrada ocho días después.
Año de 1956 Coronación de la Imagen de la Virgen como «Reina de los Trabajadores».
Mayo de 1960 Es traída la Venerada Imagen de la Virgen para la conclusión de la «Gran
Misión Nacional» y la Consagración Episcopal de Mons. Carlos Humberto Rodríguez
Quirós, IV Arzobispo de San José.
Agosto de 1976 Celebración de los 50 años de la Coronación Solemne de la Imagen de la
Virgen.
Agosto de 1979 Toma de posesión de Mons. Román Arrieta Villalobos como V Arzobispo de
San José
Año 1985 Solemne Celebración de los 350 años del Hallazgo de la Imagen.
INDULGENCIA DE LA PORCIÚNCULA
Se le llama la Porciúncula -"porcioncita" calificativo que se refiere a
su pequeño tamaño, a una capillita que San Francisco de Asís reparó, y a la que le
tuvo mucho cariño, por estar dedicada a Santa María de los Ángeles. En torno a ella,
inició su Orden, y en torno a ella quiso pasar de este mundo a la vida eterna.
El dos de agosto se celebra la fiesta de Santa María de los Ángeles. Y en esta fecha y
ya desde el mediodía anterior, se puede obtener en todos los templos franciscanos del
mundo, en todas las parroquias y en todas las catedrales la indulgencia de la
Porciúncula.
En julio de 1216, Francisco de Asís pidió en Perusa a Honorio III que todo el que,
contrito y confesado, entrara en la iglesita de la Porciúncula, ganara gratuitamente una
indulgencia plenaria. De ahí el nombre de Indulgencia de la Porciúncula, Perdón Asís,
Indulgencia o Perdón de las rosas (por el prodigio que medió en su confirmación según
alguna tradición tardía) u otros parecidos.
Jesús y María confirmaron su aprobación del Gran Perdón de la Porciúncula. La Virgen
se le apareció al fraile franciscano, Beato Conrado de Ofida, envuelta en un rayo de luz,
con el Niño Jesús en sus brazos, bendiciendo a todos los peregrinos en la puerta de la
Porciúncula.
La Iglesia ha seguido, hasta nuestros días, otorgando y ampliando esa gracia
extraordinaria. En la actualidad, esta Indulgencia puede obtenerse no sólo en Santa
María de los Ángeles o la Porciúncula, sino en todas las iglesias franciscanas, y
también en las iglesias catedral y parroquial, desde el mediodía del 1ª de agosto hasta
la medianoche del 2 de agosto, día de la Dedicación de la iglesita, una sola vez, con
las siguientes condiciones: 1) visitar una de las iglesias mencionadas, rezando la
oración del Señor y el Símbolo de la fe (Padrenuestro y Credo); 2) confesarse, comulgar
y rezar por las intenciones del Papa, por ejemplo, un Padrenuestro con Avemaría y Gloria.
Las mencionadas indulgencias ya están incluidas en la Constitución apostólica
Indulgentiarum doctrina, Norma 15; aquí se han tenido en cuenta los deseos hasta ahora
manifestados a la Sagrada Penitenciaría. En esta piadosa visita, de acuerdo con la Norma
16 de la misma Constitución apostólica, se reza la oración del Señor y el símbolo de
la fe (Padrenuestro y Credo).