PIÉNSALO BIEN

EL TREN DE LA VIDA

Habrás viajado en tren muchas veces, ¿verdad? Fíjate en una cosa. Unos bajan en las primeras estaciones; otros bajan del tren un poco más tarde. Cuando el tren llega a la última estación todos se bajan, y el tren se queda vacío. La vida es como un viaje, que empezamos al nacer y que acabamos al morir. tren.jpg (22986 bytes)
Unos mueren en los primeros años; otros en la juventud; otros en la vejez.
Pero al fin todos mueren y morirás también tú, aunque seas joven y tengas salud. Un día se acabará también para ti el tiempo de esta vida. Procura hacer buenas obras. ¿No te preparas ahora para tener después un oficio o carrera? Prepárate para ir al Cielo.



ALABADO SEA DIOS

Pasaba por la calle un hombre grosero y vomitó una blasfemia. ¡Qué falta de educación! Lo oyó un buen joven y contestó con voz alta y sonora: Alabado sea Dios. ¡Ojalá todos los niños y jóvenes siguieran este ejemplo! No se blasfemaría tanto.

EL OJO DE DIOS

Ya sabes que Caín, por envidia, mató a su hermano Abel, que era bueno e inocente. Desde aquel día le parecía que el ojo de Dios le seguía por todas partes. Iba de acá para allá y...siempre el ojo de Dios sobre él. Y él estaba aterrado. Se marchaba al campo, penetraba en los bosques; pero el ojo de Dios le seguía siempre. Se ocultaba en lugares oscuros, donde no entraba un rayo de sol. Allí, el ojo de Dios. Este ojo de Dios que siempre nos mira, da paz y alegría a los buenos, da terror y espanto a los malos. Los malos temen la mirada de Dios. Los buenos desean que Dios los mire siempre. ¿Temes o deseas tú los ojos de Dios? Vive siempre de tal manera que no te estorbe el ojo de Dios. Piensa que Dios lo ve todo, siempre en todas partes. Si así lo haces, no cometerás nunca ningún pecado. Si así lo haces, serás verdaderamente santo. ¡Ojalá así sea!

MEDITACIÓN

¿Sabes qué significa meditar? Significa pensar, discurrir, reflexionar. Tú piensas, tú discurres, tú reflexionas, tú... meditas. ¿No te habías fijado en esto? Piensas y estudias; piensas cómo has de hacer una jugada, qué harás en las vacaciones. Pues yo voy a pedirte una cosa. Es muy poca cosa que te costará muy poco, porque es fácil. Ya que piensas y meditas sobre tantas cosas, voy a pedirte que pienses sobre... ¿sobre qué? Sobre una cosa que te importa mucho: sobre tu formación espiritual. Muchos jóvenes son a veces poco reflexivos, poco formales y poco piadosos. Tú no serás de esta clase. Y para ayudarte a ser reflexivo y formal, te pido.. un minuto tan sólo cada día. Es bien poca cosa. Un minuto para pensar y... meditar. Si lo haces, agradarás a Dios. No leas de prisa. Piénsalo bien. Medítalo bien.


SOY DE DIOS

Un emperador romano tenia un ciervo, al que mucho quería y lo cuidaba en extremo. Hizo colgar del cuello del ciervo un letrero que decía: No me toquéis; soy del César. Soy de Dios has de decir tú. Sí, soy de Dios porque me ha creado... Soy de Dios, porque me ha redimido con su preciosa sangre muriendo en la Cruz. Soy de Dios, porque me ha perdonado tantas veces mis pecados... Soy de Dios, porque me conserva la vida... Soy de Dios, a quien he recibido muchas veces en la Sagrada Comunión. Soy de Dios, porque pertenezco a la Iglesia católica, fundada por Jesús. No me toquéis, has de decir igualmente. No quiero que me toquen y me venzan los pecados, porque dañarían mi alma. No quiero que vengan a mí las malas compañías, que me apartarían del camino del cielo. No quiero que nadie me diga o haga en mí cosa alguna que pueda ofender a Dios. No quiero mancharme con tantas cosas malas como se ven y oyen en este mundo.

POCO A POCO

Había una barca en el río, y unos jóvenes se entretenían remando. Y no se dieron cuenta de que el fondo de la misma había un pequeño agujero por donde iba entrando el agua. La barca iba hundiéndose poquito a poco; y ellos continuaban riendo, jugando y cantando. Cuando vieron el peligro, quisieron remediarlo, y trabajaron con todas sus fuerzas. Si se hubiesen descuidado un poco más, hubiera sucedido una catástrofe. Esta barquichuela es tu alma. Procura ir quitando los pequeños defectos que tienes. Ahora lo puedes hacer. Después quizá sería tarde, y te hundirías en el infierno.


ES POR TU BIEN

Un médico tenía una hija, a la que quería de un modo singular, y sólo pensaba en ella. La niña se puso enferma y su padre la cuidaba muy bien porque deseaba curarla. La hija se quejaba, porque algunas veces su padre, para curarla, la hacía padecer un poco. Cuando te corrijan o reprendan, no te enfades,  ni lo tomes a mal. No pongas mala cara. La corrección es la medicina que cura.

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