Una reflexión para cada día de Cuaresma 2024
Se trata de que hagas oración cada día.
Todos los días puedes empezar el rato de oración con la "oración inicial para cada día"; después, leyendo con atención el "texto de cada día",
charlas con Dios y con María; por último, terminar rezando la "oración final".
Dos ideas previas:
1. PROHIBIDO CORRER: Es corto; no tengas prisa en acabar. No es leer y ya está.
2. LO QUE NO ESTÁ ESCRITO: ¿Sabes qué es lo mejor de este texto? Lo que no está escrito y tú le digas; la conversación que tú, personalmente, tengas con Él.
ORACIÓN
INICIAL PARA CADA DÍA
Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos
minutos de
oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte.
PEDIRTE la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me
amas; tanto, que
has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la
Misa ese
sacrificio.
Y AGRADECERTE con obras lo mucho que me amas: ¡ Tuyo soy, para ti nací
! ¿qué quieres,
Señor, de mí?
ORACIÓN FINAL
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor; muéveme el verte
clavado en la Cruz y escarnecido.
Muéveme ver tu cuerpo tan herido
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, de tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera;
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Día
1º.
MIÉRCOLES DE CENIZA (14 de febrero de 2024)
¿Por qué la cuaresma?. ¡Qué absurdo! Si te fijas, los hombres estamos
continuamente con el Yo en la boca: que si me han dicho, si siempre
tengo que hacerlo
yo, si me tienen manía, si era mío o para mí, que si yo he metido el
gol, si yo le dije y entonces ....
si me apetece a mí, qué pensarán de mí, ... y mil frases más que
conjugan con
distintos verbos el Yo, a Mí, Mío.
Y hoy, miércoles de ceniza, la Iglesia nos recuerda: polvo eres y en polvo te
convertirás. ¿Sabes qué quiere decir eso? Dios creó el cuerpo de Adán de la tierra, y
nuestro cuerpo volverá a ser tierra con la muerte. Y nuestra alma volverá a Dios:
a) Si es una persona que ha amado a Dios se quedará disfrutando de Dios
ya para siempre.
b) Y si es una persona que ha amado el YO, lo MÍO y el A MI no podrá
estar en el Cielo
porque allí sólo pueden ir los que han querido y quieren a Dios; y
éstos también ya
para siempre.
Por eso empieza así la Cuaresma: tenemos que ir amando a Dios y
olvidando -matando- el
Yo. Es tiempo para recordar que mi cuerpo se convertirá en polvo;
recordar que tengo que
cuidar la vida de mi alma; pedir más perdón por mis pecados; prepararme
para recibir la
salvación y el amor de Jesús que conmemoramos en la Semana Santa.
Dile a la Virgen que te gustaría vivir la Cuaresma como Ella quiere que
lo hagas. Y
pídele que te recuerde y te ayude a hacer con cariño este rato de
oración estos 40
días. Le darás una alegría a Jesús. Se lo merece.
Ahora es el
momento importante,
en el que tú hablas a Dios con tus palabras, comentándole algo de lo
que has leído.
Cuando lo hayas hecho termina con la oración final.
Día 2º. JUEVES 15 de febrero de 2024
Santa Misa. A media tarde, Jorge entra en la cocina como un huracán y
le dice a su mujer:
"Hola, cariño... Voy a cambiarme. Felipe y yo vamos a jugar un partido
de tenis
antes de que se haga de noche". "¡Pero, Jorge! -objeta su mujer- es muy
tarde y
tenía preparada una excelente cena: carne a la borgoñesa, y verduras, y
una tarta de
limón." "Lo siento, cariño -responde Jorge- tomaré un bocadillo en un
bar.
Tómatelo tú..."
A los cinco minutos, Jorge ya está en camino. Su mujer no puede
reprimir el llanto.
"No me quiere", solloza contemplando la excelente cena que había
preparado a su
marido.
Cualquier mujer que lea esto simpatizará con la esposa de Jorge y hasta
muchos hombres le
darán la razón, sin pensar que casi todos somos culpables de una falta
de consideración
semejante, y en mucho mayor grado.
Falta de consideración con Jesús. Desprecio de¡ amor que ha derrochado
con nosotros.
Indiferencia ante el Gran Banquete -la Eucaristía, la Comunión- a que
nos invita.
¿Vas a Misa siempre que puedes? ¿Adelantas el estudio para poder ir a
estar con tu Amigo
acompañándole en la Pasión, que eso es la Misa? Qué buen propósito:
durante la
Cuaresma ir a Misa siempre que pueda, todos los días que me sea posible.
Lo que no
está escrito es
ahora cuando puedes decírselo, comentando el texto que has leído y las
preguntas.
Después termina con la oración final.
Día 3º. VIERNES 16 de febrero de 2024
Rechazar excusas. El cardenal Mindszenty era cardenal en Hungría cuando
este país fue
tomado por los comunistas. En seguida lo metieron en la cárcel, donde
pasó muchos años,
años que fueron un martirio. Salió de la cárcel cuando Hungría se
independizó de la
Rusia comunista; era ya muy mayor y murió al poco tiempo.
Durante los muchos años que pasó encarcelado fue un ejemplo como
cristiano por su
fortaleza y fidelidad a Dios y a la Iglesia. Una muestra, es, por
ejemplo, su firmeza en
vivir la abstinencia, que es el mandamiento de la Iglesia que nos manda
a los cristianos
mayores de 14 años, que vivamos la mortificación de no comer carne los
viernes de todo
el año. Como sabes, fuera de la Cuaresma la abstinencia de carne se
puede sustituir por
otro acto penitencial (oración, mortificación o limosna); pero durante
la cuaresma no.
Todos los viernes, y sólo los viernes, le daban carne para comer y
cenar. El cardenal
sabía perfectamente que en sus circunstancias no le obligaba esa ley de
la Iglesia, pero
jamás tomaba aquella carne. Quería libremente vivir aquella
mortificación.
En sus "memorias" escribe este diálogo con el Comandante de la prisión,
un
día en que el policía no pudo aguantar más aquella actitud:
- ¿Cree usted que son los presos quienes dictan el reglamento en la
cárcel?
- No; no creo semejante cosa.
- Pues entonces coma lo que se le da.
- Los viernes no como carne.
- No le daré otra cosa.
- Tampoco pido que me dé otra comida. Pero si me da carne no la comeré
los viernes.
- En tal caso, le castigaré.
- Estoy dispuesto a aceptar cualquier castigo.
Aquel día la comida se quedó sobre la mesa. Se la llevaron poco antes
de la cena, que
también consistió en un poco de carne, La escena se repitió en los
sucesivos viernes,
hasta que acabaron por dársela los domingos.
Puedes decirle ahora a Dios lo que sigue, pero dándote cuenta de que le
estás hablando y
ÉL te está escuchando.
Señor, cuántas veces yo tengo compasión de mí mismo,
y me busco
excusas para no mortificarme, o no obedecer a mi madre la iglesia. A
veces, por el deporte
o por el estudio soy capaz de esforzarme y sufrir, y sin embargo cuando
lo tengo que hacer
por ti me echo para atrás. Si te amase más, sería más generoso y
fuerte. Te amo,
Señor, pero quiero amarte más. La próxima vez que ante una
mortificación me venga a la
cabeza una excusa, la rechazaré "porque te quiero". Y, en concreto,
seré en la
abstinencia de comer carne porque te quiero.
Día 4º. SÁBADO 17 de febrero de 2024
Su Cruz y mi Cruz. La cruz de Cristo no era sólo el leño que llevó a
cuestas y en el
que murió. La cruz de Jesús fue, junto a ésa, el dolor de la soledad,
las injusticias
que sufrió, los insultos que recibió... Los de aquel momento y los de
toda la historia.
El dolor que siente por lo que yo he hecho mal hoy contra otra persona,
o contra mí mismo
o contra Él. Esa es su cruz. Por eso yo soy RESPONSABLE DE LA CRUZ DE
JESÚS.
Y mi cruz de cada día, la que tengo que coger para seguirle, no es un
leño de madera. Mi
cruz es el dolor de la enfermedad, las injusticias que sufro, el
cansancio en el trabajo,
el dolor que me supone luchar contra la pereza, el esfuerzo por ser
generoso -porque me
cuesta dar mis cosas-. Mi Cruz es trabajar bien cuando no me apetece. Y
saber pisotearme y
obedecer cuando no quiero, y...
Mi cruz es el DOLOR QUE SUPONE A VECES ACTUAR DE ACUERDO CON EL AMAR A
DIOS, CON EL AMAR A
LOS DEMÁS -más que a mí mismo- y CON EL AMARME BIEN A Mí MISMO ¿para
perfeccionarme y
no destruirme?.
Durante esta cuaresma, Señor, quiero coger mi cruz de cada día porque
quiero seguirte.
¡Que sea generoso, Dios mío!
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 5º. DOMINGO 18 de febrero de 2024
Confesión. Papá y mamá están ocupados trabajando en el jardín y ruegan
a la pequeña
Sofía, su hija, que ponga la mesa. Sofía, que está viendo su programa
favorito de
televisión, dice que sí, pero continúa ante el televisor, de tal forma
que cuando sus
padres entran en casa, la mesa no está puesta. Aquello desagrada a los
padres, pero no
les ofende, porque en la desobediencia de Sofía ha habido poco interés,
descuido, poca
malicia, ir a lo suyo en algo pequeño.
Una noche, sin embargo, Vanesa, la hija mayor, ya en la puerta, se
enfrenta a sus padres y
les dice: "¡Ya estoy harta de que me digáis a qué hora tengo que
regresar.
Volveré cuando me apetezca, os guste o no!". Y, dando un portazo,
desaparece. En
este caso, está claro que hay mayor malicia, una desobediencia buscada
y querida, que
lleva consigo desprecio a los padres y rechazo de su autoridad. Entre
la desobediencia de
Sofía y la de Vanesa, hay una diferencia. Pues bien, tal es la
diferencia que existe,
desde el punto de vista de Dios, entre el pecado mortal y el pecado
venial; una diferencia
inconmensurable. El pecado mortal mata la presencia de Dios en mí;
rompe y destruye mi
relación con Dios: le doy un portazo y desaparezco.
Señor, te pido que me ayudes a darme cada vez más cuenta de que mis
pecados, son actos
míos que te duelen a ti, momentos en los que paso de ti, elijo lo que a
mí me viene
bien, dejándote a ti o a otros de lado; y por lo tanto mis pecados te
duelen. Dame dolor
de mis pecados, dolor de amor.
¿Esperas más de un día para confesarte si has cometido algún pecado
mortal? ¿ Te
duelen de verdad los pecados veniales? ¡Madre mía, antes morir que
pecar!
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 6º. LUNES 19 de febrero de 2024
A Dios le afecta todo, porque lo ve todo. Felipe, uno de los apóstoles,
era amigo de
Natanael, y le dice a éste que quiere presentarle a Jesús, porque era
el Hijo de Dios.
Natanael duda mucho que un carpintero de un pueblucho como Nazareth,
pudiese ser el
Mesías. Pero Felipe se lo presenta, y con una frase de Jesús, Natanael
se convirtió. Y
ésta fue la frase: CUANDO ESTABAS DEBAJO DE LA HIGUERA, TE VÍ.
Algo habría hecho Natanael debajo de la higuera. No sabemos qué. Lo
había hecho a
solas, algo que nadie sabía. Pero resulta que, a pesar de haberse
asegurado para estar
solo, resulta que Jesús le vio. Y alguien que ve lo que sólo yo sé y
hago, ése tiene
que ser Dios. Por eso le contesta Natanael a Jesús: Tú eres el Hijo de
Dios.
Esta mañana cuando te has despertado, Dios te estaba viendo. Y lo que
has pensado cuando
ese amigo te ha dicho tal cosa, Dios lo ha visto. Y eso que has
guardado para que no te lo
pidiesen, Dios te lo ha visto. Y ese esfuerzo por sonreír a ése que te
cae mal, Dios lo
ha visto... Y COMO DIOS VE TODO LO TUYO, TODO LO TUYO LE AFECTA.
Dios mío, que me dé cuenta de que todo el día y toda la noche estoy en
Tu presencia.
¡Cuántas alegrías puedo darte en un día! ¡y cuánto dolor puedo causarte
también en
un día! ¡Creo que me ves y que me oyes! Gracias, y auméntame la fe.
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 7º. MARTES 20 de febrero de 2024
Pecado. Siempre que hablo del pecado, sobre todo del pecado mortal,
viene a mi mente el
triste recuerdo de una tragedia que presencié un día. Un niño de unos
tres años
corría por el césped del jardín de su casa, perseguido por su madre:
"¡Ven aquí,
Jimmy!", gritaba ésta. "¡No atravieses el seto!". Pero Jimmy no le hizo
ningún caso. Traspasó el seto y sorteó hábilmente los automóviles
estacionados en la
calzada, hasta que un coche que pasaba le lanzó por los aires. Su
cuerpecillo roto fue a
caer casi en brazos de su madre.
Dejando aparte el hecho de que Jimmy era demasiado joven para responder
de sus actos, la
escena recuerda mucho la actitud de Dios con los pecadores. "¡Ven aquí,
ven
aquí!", grita ansiosamente, con su gracia, cuando un alma corre hacia
el pecado.
Pero el pecador, ajeno a todo lo que no sea su deseo, hace oídos sordos
a la voz de Dios
y sale voluntariamente al encuentro de la muerte. La estupidez es un
elemento siempre
presente en el pecado.
Señor, no quiero ofenderte, pero a veces me olvido de Ti y, cuando
llega el momento me
vence la estupidez. Perdona, Señor, desde ahora con tu gracia odiaré el
pecado, también
los pequeños, y te pediré perdón por ellos en la confesión.
Coméntale a
Dios con tus
palabras algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.
Día 8º. MIÉRCOLES 21 de febrero de 2024
Dios no se asusta de mí. Quizá hayas visto la película "Tarzán en Nueva
York". Describe las divertidas aventuras de Tarzán y Chita cuando son
trasladados en
avión desde la selva a la ciudad de los rascacielos, donde todo les
llena de asombro y
les ocurren mil peripecias.
Chita protagoniza una de las sorpresas: al llegar a la habitación del
hotel ve reflejada
su fea cara sobre el gran espejo del armario. El susto fue tan
descomunal que, lanzando un
terrible bramido presa de pavor, salió corriendo: no se imaginaba que
aquel feísimo
"monstruo" que ha visto en la habitación es su propia imagen reflejada
en el
espejo.
La escena acaba bien: Chita se refugió en los brazos de Tarzán, que la
cogió con
afecto, calmándola con sus caricias. Y es que Tarzán quería a Chita
como era: con sus
pelos negros y largos, su rostro de irracional y su mirada extraviada.
Dios nos quiere a cada uno de nosotros infinitamente más: sabe mejor
que nadie cómo
somos; conoce nuestros fallos; no ignora que somos miserables y que
tenemos muchos
defectos. Nos conoce mucho mejor que podemos conocernos a nosotros
mismos, y tiene en
cuenta nuestras cosas buenas y nuestros deseos de mejorar.
Dios no se asusta de nuestras fealdades.
Gracias, Dios mío, porque me quieres a mí y a cada uno más que todas
las madres del
mundo puedan querer a sus hijos; no te asustas ante nuestras torpezas,
ni ante nuestras
miserias, y nos acoges con un cariño infinitamente mayor que el que
tenía Tarzán a
Chita. El problema es que cuando yo voy descubriendo lo feo que soy
(mis limitaciones,
fallos, miserias, etc) me puedo "medio asustar" y pensar que no me es
posible
ser santo, que no puedo estar cerca de ti, entonces puedo desanimarme,
olvidarme de que
Tú me quieres como soy, y alejarme de Ti. Que no me pase esto, Señor.
Si alguna vez me
alejo de Ti, volveré corriendo a tu lado contándote lo que me pasa.
Coméntale a
Dios con tus
palabras algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.
Día
9º. JUEVES 22 de febrero de 2024
Conversión. La Cuaresma es buen momento para una profunda conversión.
Conversión
significa cambiar la dirección de tu vida, quizá perezosa, quizá
facilona. ¡Cuántas
veces buscas la felicidad en una vida cómoda! Y sabemos que para
alcanzar la felicidad lo
que se necesita es amor, servicio a los demás, corazón que se da. Es
una paradoja: para
vivir y ser feliz, hay que morir, no buscar la felicidad cómodamente.
Para tener hay que
dar. Ahora Jesús puede ayudarte. Te propongo un cambio en concreto, por
si te sirve:
morir a la ley del gusto.
Debes morir a la ley del gusto: Hacer las cosas porque me gusta, me
apetece, me va
bien.... Un cristiano hace las cosas por dar gusto a Jesús: Porque le
gustará a Jesús,
le dará una alegría, le interesará que yo haga esto, o lo otro.
Madre mía, que siempre actúe para darle gusto a tu Hijo; que muera a la
ley del gusto
mío. Esta es la elección que tengo que hacer vivir esclavo de mis
caprichos, o vivir con
la ilusión de hacerme esclavo de Dios. Prefiero esto último, María,
pero ayúdame.
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 10º. VIERNES 23 de febrero de 2024
Rezaba por los secuestradores. El 12 de abril de 1993 secuestran a una
joven madrileña,
Anabel Segura, mientras hace footing cerca de su casa. Después de dos
años de secuestro
encontraron su cuerpo ya sin vida. Su padre, José, es un ejemplo como
persona y como
cristiano. Transcribo unas preguntas de una entrevista que le hacen en
Mundo Cristiano:
- Dos años y medio: ¿en qué es distinto ahora don José Segura, el padre
de Anabel?
- En la fe, sin duda.
- Pero esa fe, a mí me parece que no es de ahora.
- No, desde luego. A nosotros nos viene de familia, pero se hace más
profunda;
situaciones como ésta te sirven para acercarte más. Lógicamente hay
momentos de duda, o
mejor de desconcierto: ¿cómo puede Dios permitir algunas cosas? Pero
uno, en el fondo de
su alma, sabe que Dios sabe más.
¿Y nunca la rebelión? ¿Puede uno no rebelarse?
Mi experiencia es que se puede: no sé cómo, pero con la ayuda de Dios,
yo he podido no
rebelarme.
¿Pero el odio? ¿Se puede sin ser un héroe vencer al odio?
Odio no hemos tenido nunca. Me lo preguntaba un periodista en los
primeros días, en esta
misma sala, cuando los ánimos estaban más alterados, y le tuve que dar
la misma
respuesta. A usted quizá se lo puedo explicar más y sé que me
entenderá: desde el
principio he pedido al Señor por Anabel y por sus secuestradores, unas
veces antes por
Anabel y otras veces antes por ellos, por si Dios les tocaba el
corazón. Desde el
principio. Lógicamente, en la sociedad española hay unas reglas de
juego, unas normas y
unas leyes y según esas leyes tendrán que ser juzgados,
Odio no. Pienso que si su mente funciona bien, estarán sufriendo ahora
tanto como sufro
yo. Por muy especiales que sean, es imposible que estén tranquilos, que
puedan dormir
bien. Sobre todo, si no pueden rezar, si no tienen confianza en
alguien, si no pueden
abrirse a nadie.
Señor, creo en Ti. ¡Cómo ayudas a los tuyos para que se comporten como
lo hubieses
hecho Tú! Cuando no entienda algo, que en el fondo de mi alma sepa que
Tú sabes más.
Que ame y rece por los que no me quieren o los que obran contra mi.
¡Amar al enemigo! Eso
quiero. Solo podré con tu ayuda. ¡María, ayuda a tus hijos!
Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leido. Después
termina con la
oración final.
Día 11º. SÁBADO 24 de febrero de 2024
Muerte. Tal vez hayas asistido alguna vez a la proyección de un video
en casa de un amigo
que quiere mostrarte lo mucho que ha disfrutado en su último viaje por
el Caribe. De
repente, para hacerse el gracioso, da el interruptor y la cinta se
detiene; en la pantalla
queda la imagen congelada en su acción: Una expresión bobalicona, un
ceño fruncido, una
ingenua sonrisa... Resulta cómico y todo el mundo se ríe. Sin embargo,
no nos entrará
la risa cuando Dios interrumpa la cinta de nuestra vida y quedemos
captados para siempre
en nuestra fealdad o en nuestra hermosura. Por eso debemos estar
preparados, en gracia,
para recibir a la muerte, que es un cambio de casa. Por eso repetía
Jesús: Velad y orad,
porque no sabéis el día ni la hora.
¿Eres consciente de que Jesús puede que te llame en cualquier momento?
¿y de que vale
la pena morir bien porque comparado con la tierra el cielo dura
infinitamente más?
Madre mía, ayúdame a estar preparado para cuando me llame Jesús. Pero
no de cualquier
manera: con toda la gracia que me sea posible. Tú eres la llena de
gracia, esto es, que
Dios te llenaba, no había nada tuyo personal que se opusiese a Dios; El
hacía a través
de ti todo lo que quería, porque le dejabas. Así quiero vivir y morir
yo.
Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Después
termina con la
oración final.
Día 12º. DOMINGO 25 de febrero de 2024
Tendremos una eternidad para descansar. "Cualquier persona -ha dicho
Joaquín Navarro
Valls, portavoz oficial de la Santa Sede hablando de Juan Pablo II- con
mucha menos
responsabilidad que la que él soporta, tiene su sistema de descanso, su
fin de semana
intocable, su deporte, cosas todas ellas que probablemente son
necesarias. En el caso del
Papa, nada de eso existe. Su único descanso es la posibilidad de
caminar por una terraza
que hay encima de su apartamento. En diez años de pontificado, en total
serán cuatro las
veces que ha podido salir un día a la montaña. Cuando alguna vez le han
dicho:
"Santo Padre, está cansado ... ", la respuesta que ha dado en tono
humorístico
ha sido: "Tendremos una eternidad para descansar".
Como ha dicho, también con humor, André Frossard, "hasta ahora, el
único medio que
se ha descubierto para obligarle a dejar el trabajo es la anestesia
total".
Y decía en Uruguay: Jesucristo, nuestro Señor, es también nuestro guía
y modelo.
"Todo lo hizo bien" decían de Él las gentes. Cada uno de nosotros
-asumida por
la fe nuestra condición de hijos de Dios en Cristo- hemos de
esforzarnos por seguir sus
huellas en el trabajo de cada día. Como leemos en el Antiguo
Testamento, no se le deben
hacer a Dios ofrendas defectuosas. Los cristianos serán verdaderamente
"sal de la
tierra" y "luz del mundo", si saben dar a su trabajo la calidad humana
de
una obra bien hecha, con amor de Dios y con espíritu de servicio al
prójimo".
Señor, quiero trabajar en serio. Y cuando esté cansado, también. A
partir de ahora,
cuando empiece a trabajar te lo ofreceré, te lo regalaré. Por eso
intentaré que no sea
defectuoso, sino algo bien hecho. Y ya, sólo porque es mi regalo para
Ti, mi trabajo es
importante. Este es mi propósito: en cuaresma trabajar bien por Ti. Y
cansarme
trabajando.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 13º. LUNES 6 de febrero de 2024
Amar al enemigo. Perdonar todo y siempre. El 13 de mayo de 1981, fiesta
de la Virgen de
Fátima, miles de personas acuden a la plaza de San Pedro para ver a
Juan Pablo II. Una
niña rubia con un globo azul levanta sus manitas al Papa, que la toma
en sus brazos y la
levanta en alto sonriente. "Nada hacía presentir -comenta el secretario
del Papa,
don Estanislao- lo que iba a suceder. Cuando el Santo Padre daba la
segunda vuelta a la
plaza, el turco Alí Agca disparó contra él, ( ... ). Yo estaba sentado
como de
costumbre detrás de¡ Santo Padre, y la bala, a pesar de su fuerza, cayó
entre nosotros
en el automóvil, a mis pies. La otra rozó el codo derecho, quemó la
piel y fue a herir
a otras personas ( ... )".
"¿Qué pensé? Nadie creía que una cosa así fuera posible ( ... ) Vi que
el Santo
Padre había sido alcanzado. Entonces le pregunté:
¿Dónde está herido?" Me respondió: "En el vientre". Todavía le
pregunté: "¿Es doloroso?". Y me respondió: "Sí"."
"El Santo Padre no nos miraba. Con los ojos cerrados, sufría mucho y
repetía breves
plegarias exclamatorias. Si no recuerdo mal, eran sobre todo: "¡María,
Madre mía!
¡María, Madre mía!."
"Cuando llegamos al hospital todo era confusión. Una cosa era
prepararse para
recibir a un Papa, y otra verle llegar exangüe e inconsciente La
operación duró cinco
horas y veinte minutos, el pulso era casi imperceptible. Todos temíamos
lo peor. Le
administré el sacramento de la Unción, justo antes de la intervención.
El Santo Padre
estaba inconsciente."
"La esperanza renació durante la operación gradualmente. Al principio
parecía que
la muerte era inevitable: el Santo Padre había perdido las tres cuartas
partes de su
sangre".
"Es extraordinario que la bala no destruyese en su trayectoria ningún
órgano
esencial. Una bala de nueve milímetros es un proyectil de una
brutalidad inaudita. Para
no causar daños irreparables en una parte tan compleja del cuerpo, tuvo
que seguir una
trayectoria improbable. Pasó a unos milímetros de la aorta. Si la
hubiera alcanzado,
habría sido la muerte instantánea. No tocó la espina dorsal ni ningún
punto vital.
Digamos, entre nosotros, milagrosamente. "
El Papa estuvo en serio peligro de muerte hasta el 15 de julio. Pero en
cuanto pudo, Juan
Pablo II se desplazó hasta la cárcel donde estaba prisionero Alí Agca,
quien le
disparó. Habló con él, a solas, durante mucho tiempo. Le perdonó. Le
ayudó.
Señor, qué ejemplo para mí. Como Tú, que perdonaste desde la Cruz a los
que
crucificaban: "Perdónales, Padre". iQue perdone siempre! ¡Ayúdame! Como
cristiano no puedo guardar rencor nunca, me hagan lo que me hagan.
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 14º. MARTES 27 de febrero de 2024
Callar. Después de ser condenado, Pilatos ordena que azoten a Jesús.
Dos soldados
brutales descargan toda su fuerza sobre la espalda de Jesús. Noventa
golpes pueden
contarse en la sábana santa. Cada látigo tenía varias cuerdas y la
punta de las cuerdas
poseía pequeños trozos de plomo sin pulir, con puntas y salientes que
hirieron todo el
cuerpo de nuestro Dios. Jesús lo sufrió por ti y por mí. Era tan
doloroso que muchos de
los condenados morían en la flagelación. María, nuestra madre, lo ve
todo y sufre, pero
se calla, porque quiere que Jesús nos salve y para ello debe morir.
Madre, haz que sepa callar; no contestar a mis padres, no protestar, no
decir siempre la
última palabra. Aunque sea injusto, o tenga motivos para protestar..
que me calle.
También Tú podrías haber dicho muchas cosas, y te callaste. Me cuesta
pero ayúdame:
que sepa callar.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 15º. MIÉRCOLES 28 de febrero de 2024
Se curó el monstruo. Lo escribía J. Urteaga: "Ocurrió en un pueblo
español.
Intervienen como protagonistas: un muchacho enfermo, su familia, una
ermita dedicada a
Santa María y muchas súplicas.
El chico tiene 14 años, era alegre, dinámico, dicharachero, incapaz de
estarse quieto un
instante, deportista ... ; en muy poco tiempo el muchacho ha sufrido un
cambio
espectacular. Una parálisis progresiva le tiene inmovilizado en un
sillón de ruedas.
Toda aquella alegría contagiosa se ha transformado en un infierno,
especialmente para la
familia; en lo humano es inútil, en lo espiritual un pequeño monstruo
egoísta. Todos
deben servirle, cuidarle, atenderle, desvivirse por él. Todo es poco.
Una luz se ha encendido en el alma de su madre. Le llevaran a la
ermita. Rezarán a la
Virgen. Le pedirán su curación. Se hará el milagro.
Llegó el día. Ante la reja hay una madre que habla en voz alta con la
Virgen, sin que le
importe ni poco ni mucho que haya gente en su entorno.
¡María, tienes que cuidar a mi hija! ¡Es mi pequeña! Cúrala María. Que
fallen los
diagnósticos. ¡Qué no sea cáncer! Esta niña es todo lo que tengo en mi
vida. ¡Cómo
te la vas a llevar! ¡María, que no sea cáncer! Ella también te lo pide.
Me ha dicho
que venga a rezarte a la ermita. ¡Anda, María, que no sea cáncer!
Poco después, aquella madre angustiada, santiguándose, abandonó la reja
de la ermita.
Es ahora cuando la otra madre, la de nuestro muchacho, se acerca para
decirle, al tiempo,
con miedo y con dulzura:
¡Hijo!, ¿ya has Pedido a la Virgen ... ?
Y se realiza el portento.
- Sí, mamá. He pedido la curación ... He pedido a la Virgen que no sea
cáncer.
Señor, a veces yo también soy un auténtico monstruo por el egoísmo. Si
ser cristiano
es parecerse a Ti... me tienes que cambiar. ¡Qué piense en los demás!
¡que haga más
por los demás que por mi! ¡que ayude, que haga favores, que me dé
cuenta de lo que
necesitan o de lo que podría alegrarles! ¡Cúrame, Madre mía, y dame mi
corazón
generoso! Gracias.
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 16º. JUEVES 29 de febrero de 2024
Vocación. El director de una película de cine está ocupado en la tarea
de escoger una
actriz para protagonista de la película. Está sentado frente a su mesa
de trabajo, sobre
la cual yacen desplegadas docenas de fotografías facilitadas por los
agentes
cinematográficos. Al cabo de un rato, escoge una de ellas, la contempla
detenidamente y
dice a su secretaria: "Sí, éste es el tipo de mujer que necesito,
llámela y
cítela aquí mañana". Ni que decir tiene que hay una inmensa diferencia
entre un
director cinematográfico y Dios, entre Hollywood y el Cielo. Con todo,
a través de este
ejemplo podemos hacernos una idea de la razón de ser de nuestra
existencia. Allá, en lo
más profundo de la eternidad, Dios planeó el universo entero y escogió
a los
protagonistas del gran argumento que habría de desarrollarse hasta el
fin de los tiempos.
Ante su divina mente fueron desfilando las fotografías de las almas
ilimitadas en número
que él podía crear.
Cuando se topó con tu imagen, se detuvo y dijo: "Quiero darle mi vida a
esta
persona, para que sea feliz. La necesito para que desarrolle un papel
único, personal, y
luego, goce de mi presencia durante toda la eternidad... Sí, la voy a
crear". Ahora
ya sabes cuál es tu misión. Eres el protagonista. De que tú hagas o
dejes de hacer lo
que Dios ha pensado para ti depende que muchas personas sean felices o
no, se salven o no.
Tus amigos necesitan que les ayudes a conocer a Jesús.
Madre mía, que como tú, diga a Jesús que sí en los planes que Él tiene
para mí.
Señor, quiero lo que quieras, quiero cuando quieras, quiero como
quieras, quiero mientras
quieras.
Coméntale a
Dios con tus
palabras algo de lo que has leído, Después termina con la oración final.
Día 17º. VIERNES 1 de marzo de 2024
Amar hasta el martirio. Los bandidos encuentran al padre Bressini en
Canadá con un
ladrón que se acababa de convertir al cristianismo, y a los dos los
torturan. Fue un
martirio lento y refinado: Un día es una uña arrancada, al día
siguiente la falange de
un dedo y así durante semanas. El padre Bressin¡ mandaba escribir así
al Superior de
los jesuitas: "No me queda más que un dedo entero, me han arrancado
algunas uñas
con los dientes. En seis veces han quemado seis falanges. Sólo en las
manos me han
aplicado el fuego y el hierro más de dieciocho veces y me obligaban a
cantar durante el
suplicio".
Cuando le tocó el suplicio al ladrón decía: "Padre Bressini, ya no
puedo más. Veo
que voy a flaquear. ¡Pronto, pronto, Padre, muéstrame tus manos! Ellas
me dicen cómo
hay que amar a Dios".
Cuando miramos un crucifijo, al ver clavadas las manos y los pies y la
cabeza con las
espinas deberíamos decir como el joven ladrón:
"En tu Cruz veo cómo me has amado, Señor. Tus llagas me darán fuerzas
para seguir
aguantando -amando- las pequeñas cruces que permitas en mi vida".
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 18º. SÁBADO 2 de marzo de 2024
No mucho: ¡todo! Habrás visto la película de "Los 7 magníficos": A Yul
Briner le quieren contratar unos mejicanos para que les defienda de
unos bandidos; son
campesinos; muy pobres. Le ofrecen todo lo que tienen, envuelto en un
paño. Yul lo ve y
dice: "Siempre me han ofrecido mucho, pero nunca todo". Aceptó, ¡claro!
Dile
ahora a Jesús: Con lo que Tú me amas (has dado la vida por mí), no
puedo quedarme corto
dándote sólo muchas cosas; te doy toda mi vida: quiero todo lo que Tú
quieras.
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 19º. DOMINGO 3 de marzo de 2024
Tres formas de hacer daño a Dios. Hay tres formas de hacer sufrir y
llorar a una madre.
Además de la más elemental, que sería atacarle a ella directamente:
golpeándola o
insultándola, hay otras dos en las que le podemos hacer sufrir
igualmente. Una de ellas
es hacer algo malo a mi hermano. Si yo le doy una paliza a un hermano
mío, y mi madre se
entera, le dolerá incluso más que si le maltrato a ella.
Otra forma de hacerle sufrir es hacer algo que sea malo para mí, algo
que me empeore.
Como mi madre me quiere eso le dolerá. Imagínate que ve cómo te cortas
un brazo: no lo
aguantaría.
Dios te ve siempre -no como un espía sino como alguien que te quiere
mucho- y sufre cada
vez que te ve hacer algo QUE HACE DAÑO A OTRA PERSONA, porque esa otra
persona es hija de
Él y cada vez que te ve HACERTE DAÑO A TI MISMO, y cada vez que te ve
hacer algo QUE LE
HACE DAÑO A ÉL. Por eso es bueno que todas las noches, cuando te
acuestes, hagas un
repaso del día, un examen de conciencia, y pidas perdón a Dios por esas
cosas que Él ha
visto y no le han gustado.
El examen de conciencia lo puedes hacer así: ¿Cómo me he portado con
Dios? ¿Cómo me
he portado con los demás? ¿Cómo me he portado conmigo mismo? Dios mío,
a partir de
ahora haré el examen todas las noches. Y te pediré perdón por el daño
que haya hecho
cada día de alguna de estas tres formas. Y también te agradeceré tu
compañía.
¡Recuérdamelo!, y gracias.
Coméntale a
Dios con tus
palabras algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.
Día 20º. LUNES 4 de marzo de 2024
El pobre es el egoísta. "Hay diversas clases de pobreza -cuenta la
madre Teresa de
Calcuta-. En la India hay gente que muere de hambre. Un puñado de arroz
es precioso,
valiosísimo. En los países occidentales, sin embargo, no hay pobreza en
ese sentido.
Nadie muere de hambre y ni siquiera abundan los pobres como en la
India... Pero existe
otra clase de pobreza, la del espíritu que es mucho peor. La gente no
cree en Dios, no
reza, no ama, va a lo suyo... Es una pobreza del alma, una sequedad del
corazón que
resulta mucho más difícil de "remediar".
¿Puedes tener tú esa pobreza? Pídeles a Jesús y a María que nunca
caigas en esa
pobreza de espíritu; que te ayuden a quererles cada día más y a acudir
a ellos ante
cualquier necesidad, y que te ayuden a querer a los demás. ¡Jesús,
María, que no
olvide rezar ni por la noche ni al levantarme! Que sea generoso: porque
el verdaderamente
"pobre" es el egoísta.
Continúa
hablando a Dios con
tus palabras
Día
21º. MARTES 5 de marzo de 2024
Confesiones descuidadas. Cuentan que un obrero había encontrado un
billete de mil
dólares; no le llamó mucho la atención porque en América los billetes
son iguales
aunque tengan más valor y aquel papelito no le impresionó demasiado. Se
lo guardó en un
bolsillo, varios días más tarde, al pasar por un Banco, entró a
preguntar cuánto
valía.
Casi se desmaya cuando se lo dijeron, pues la suma equivalía a tres
meses de su jornal...
No es raro encontrarse con gente que no sabe lo que tiene; puede ser un
cuadro de un
pintor famoso, un objeto antiguo, unas monedas raras, unos sellos
valiosísimos... Cuando
nos enteramos, solemos sentir una especie de envidia. No se nos ocurre
pensar que nosotros
también tenemos un tesoro que quizá no apreciamos: El Sacramento de la
Penitencia. Tal
vez al recibirlo frecuentemente y sepamos que no sólo sirve para
perdonar los pecados
graves, sino también los leves; que aumenta la gracia santificante y
nos proporciona una
gracia especial para rechazar las tentaciones... Sin embargo, a lo
mejor nos parece que no
nos aprovecha demasiado, que no nos hace mejores; que nos acusamos una
y otra vez de los
mismos pecados, inútilmente... Si eso pensamos, lo más probable es que
nuestras
confesiones no sean buenas. La Penitencia es un sacramento que Jesús
pagó con su vida.
Debemos cuidar todo lo que tiene que ver con la confesión.
¿Hago bien el examen? ¿Pido perdón con dolor? ¿Digo los pecados en
concreto y también
los veniales? ¿Hago propósito de no volver a cometerlos? ¿Cumplo la
penitencia?
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 22º. MIÉRCOLES 6 de marzo de 2024
Desagravio. ¡Señor perdónales porque no saben lo que hacen! Estas
fueron casi las
últimas palabras que Jesús dijo antes de morir en la Cruz. Dios perdona
siempre que le
pedimos perdón, pero desafortunadamente no todos los hombres tienen la
costumbre de pedir
perdón y de terminar con cosas o actitudes que ofendan al Señor. Ese
cine que proyecta
películas desaconsejadas, una conversación salida de tono, cuando se
leen noticias en
las que se informa de alguien que asesina o secuestra, cuando te
enteras de alguien que
roba o engaña, cuando pasas por delante de uno de esos sitios en los
que se ofende a
Dios, ¿te acuerdas de pedir perdón por esa gente que no sabe lo que
hace? ¡Jesús
perdónales porque no se dan cuenta!
Coméntale a
Dios con tus
palabras algo de o que has leído. Después termina con la oración final.
Día
23º. JUEVES 7 de marzo de 2024
Héroes anónimos. "Soy consciente, rezaba Newman, de que a pesar de mis
faltas,
deseo vivir y morir para gloria de Dios. Deseo entregarme completamente
a Él como
instrumento suyo para la tarea que quiera y a costa de cualquier
sacrificio
personal".
Hoy puedes hacer tuya la oración de Newman, converso inglés que tanto
hizo por la
Iglesia de su país: ¡Señor, aunque no valga nada, aquí estoy para
hacer, por Ti, lo
que quieras!
Te copio parte de un artículo de B. Tierno y te animo a que quieras
ser, haciendo favores
"normales", un héroe anónimo: "Jamás pensé que estar en contacto con la
enfermedad y el sufrimiento de los demás podría hacerme tanto bien.
Estando de camillero
en Lourdes, una señora, medio ciega y sin piernas, rezaba el rosario.
Como advertí
preocupación en su rostro, le pregunté qué le apenaba. Ella me
respondió: "Me
entristece este pobre hombre de la camilla de al lado". Se me hizo un
nudo en la
garganta y pensé, ¡Dios mío! Ella sí que está físicamente mal y, sin
embargo, no
piensa en sí misma.
Esta aleccionadora experiencia me la contaba hace unos días en San
Sebastián el propio
protagonista, Luis, un hombre de mediana edad que, desde hace años,
junto con su esposa,
asiste como camillero voluntario a los enfermos que peregrinan a
Lourdes. Tantas personas
anónimas, la mayoría donantes de sangre, como Luis, que no
desaprovechan la menor
ocasión que se les presenta para ayudar según sus posibilidades, son
héroes anónimos.
Tú nos explicaste que lo que hacemos con los demás lo hacemos contigo.
Por eso trataré
de ser generoso, Jesús, con los demás. En concreto estos días de
Cuaresma procuraré
hacer muchos favores. Recuérdamelo, por favor, y que sepas que los haré
por amor a ti y
a ellos. ¡Cada día, al menos, un buen favor!
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 24º. VIERNES 8 de marzo de 2024
Acción de Gracias. Como sabes, cuando comemos algo, durante un rato
sigue siendo lo que
es, pero pasado un tiempo pierde su identidad y lo convertimos en
organismo de nuestro
cuerpo. Por eso, después de comulgar y por un tiempo aproximado de diez
minutos, tenemos
a Jesús dentro de nosotros, al mismo que convertía el agua en vino, que
sanaba a ciegos
y cojos, al mismo que murió clavado en la Cruz para perdonarnos de
nuestros pecados. Por
eso, ¿por qué no aprovechas al acabar la Misa para quedarte un rato
sentado hablando
tranquilamente con Él, que está físicamente dentro de ti? Es el mejor
momento para
darle gracias por todo lo que te ha dado en tu vida, para pedirle por
tus familiares y
amigos, para pedirle perdón por tus pecados y para pedirle que te ayude
a sacar adelante
aquellas cosas que necesitas.
¡Gracias, perdón y ayúdame más!
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 25º. SÁBADO 9 de marzo de 2024
Saludar Sagrarios. Muchos decían a santa Teresa que les hubiese gustado
vivir en los
tiempos de Jesús. Ella les respondía que no entendía bien por qué, pues
poca o ninguna
diferencia había entre aquel Jesús y el Jesús que está en el Sagrario.
Dale gracias por haberse quedado. Pero dáselas con obras. Cada vez que
haces una
genuflexión delante del Sagrario, que la hagas bien y diciéndole por
dentro: ¡te amo,
Jesús; gracias! Que comulgues bien preparado y muchas veces, siempre
que te sea posible.
Que le visites todos los días...
Si cuando realizas un viaje en coche, en metro, en autobús, te fijaras
en la cantidad de
iglesias que dejas por el camino, te darías cuenta de que el Señor está
en muchos
sagrarios que te pasan desapercibidos. Pero no hace falta irse de
viaje. Tenemos al Señor
muy cerca de nosotros: en el oratorio del colegio, en la iglesia que
podamos tener al lado
de casa...
Te recomiendo un propósito: cada vez que pases cerca de una iglesia
dile al Señor en el
sagrario: ¡Jesús, sé que estás ahí!; o le puedes rezar una comunión
espiritual: Yo
quisiera, Señor, recibiros, con aquella pureza, humildad y devoción con
que os recibió
vuestra Santísima Madre; con el espíritu y fervor de los santos.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 26 . DOMINGO 10 de marzo de 2024
Dolor de los pecados. ¿Qué crimen tan brutal ha cometido este hombre,
que ha tenido que
pagarlo con una muerte tan horrorosa?, preguntó un mahometano a un
sacerdote
refiriéndose a un crucifijo que tenía en la mesa. - Él no cometió
ningún crimen
-respondió éste-; era completamente inocente.
- Pues, ¿Quién lo clavó en este madero?
- Fuimos nosotros los hombres quienes lo hicimos con nuestros pecados
-exclamó con
tristeza el sacerdote.
- Ahora comprendo - añadió lleno de compasión el mahometano- por qué
tienes siempre la
imagen del crucificado.
¿Has pensado alguna vez que el pecado supone volver a crucificar al
Señor? El Señor
espera, una vez que nos ha redimido, que le amemos con obras. Y amar a
Dios supone
también decirle muchas veces: ¡lo siento! Procura, cuando vayas a
preparar tu
confesión, pedir mucho perdón a Jesús por los pecados, y también pídele
que te dé
dolor por ellos, dolor de amor.
Si tienes a mano un crucifijo ahora, pue des hablar con Jesús en la
Cruz comentando esto;
Jesús, que no me acostumbre a verte crucificado; cada vez que vea un
crucifijo trataré
de acordarme de decirte: ¡Te amo!
Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Después
termina con la
oración final.
Día 27º. LUNES 11 de marzo de 2024
No aceptar un "no". "En septiembre de 1980 -cuenta la Madre Teresa de
Calcuta-, estuve en el Berlín Oriental, donde íbamos a abrir nuestra
primera casa en un
país bajo gobierno comunista. Llegué de Berlín Occidental con una
hermana que debía
quedarse allí para iniciar la labor. Habíamos solicitado el
correspondiente visado, pero
como no nos lo habían concedido todavía, le dijeron que sólo podría
permanecer en el
Berlín Oriental durante 24 horas; son muy estrictos en eso... Así pues,
nos pusimos a
rezar "Acordaos" a la Virgen, y al cabo de un rato, sonó el teléfono;
no
había nada que hacer: la hermana tendría que volverse conmigo... Pero
como nunca
aceptamos un "no" por respuesta, seguimos rezando y, al octavo
"Acordaos", volvió a sonar el teléfono, lo cogí y una voz dijo:
"Enhorabuena. Le han concedido el visado. Puede quedarse..." Le habían
concedido un visado de seis meses, lo mismo que a otras hermanas. Al
día siguiente,
regresé a Berlín Occidental, dándole gracias a la Virgen".
Madre mía, auméntame la fe y que me dé cuenta de que las cosas que son
para bien de
Dios o de los demás, el "no" quiere decir "sigue rezando". Tú
siempre nos escuchas.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras.
Día 28º. MARTES 12 de marzo de 2024
Apostolado. ¿Cuántos amigos has acercado a Dios este mes? ¿Y este año?
¿Y el año
pasado? ¿Y en toda tu vida?
Mucha gente se piensa que ayudar a otras personas a ser mejores
cristianos es tarea de
sacerdotes y religiosos. ¡Nada más falso! Antes de subir a los cielos,
Jesús dijo que
debíamos ser testigos suyos hasta los últimos confines de la tierra.
Ser testigos suyos
significa hablar de Dios a nuestros amigos, invitarles a ir a Misa para
recibir al Señor,
preocuparnos y ocuparnos de su salud espiritual, animarles a ser
mejores cristianos en
cosas concretas, ayudarles a confesarse con frecuencia, rezar algo con
ellos, y un
larguísimo etcétera.
Puedes hablar ahora con Jesús de 3 amigos tuyos, pedirle por ellos, y
ver qué puedes
hacer por ayudarles para que se acerquen a Dios.
Día 29º. MIÉRCOLES 13 de marzo de 2024
Huellas en la nieve. En Logroño; un diciembre especialmente frío; la
ciudad cubierta de
nieve. El beato José María tiene unos 14 años y va camino del colegio.
De pronto, algo
llama poderosamente su atención: -Pero... ¿qué es eso? ¡Son huellas de
pies descalzos
que se alejan! ¿A quién pertenecerán?
A cierta distancia descubre un religioso carmelita descalzo que se
dirige a su convento,
situado en las afueras de la ciudad.
" ¡Son suyas!, se dice José María, ¡Pobre sacerdote! ¡cuánto frío
estará
pasando!"
Este hecho le remueve el corazón.
"Si ese carmelita es capaz de sacrificarse así por amor a Dios, ¿qué es
lo que yo
debo hacer por Él?
Nadie se da cuenta, pero a "partir de ese momento, siente grandes
deseos de acercarse
a Dios. Comienza a oír la Santa Misa y a comulgar a diario; a
confesarse más a menudo; a
ofrecer todos los días sacrificios por amor a Dios y a los demás."
Señor, y yo ¿qué deberé hacer por Ti?
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 30º. JUEVES 14 de marzo de 2024
Presencia de Dios. La madre que tiene el pequeño en la cuna, trabaja
arreglando las cosas
de la casa; plancha, limpia..., pero siempre está pendiente del hijo.
Esta madre tiene
presencia del hijo, no lo pierde de vista.
Lo mismo que esa madre podemos hacer nosotros con el Señor. Mientras
estudiamos, mientras
hacemos deporte, cuando estamos en clase, cuando vamos por la calle, a
la hora de comer,
al meternos en la cama, y en todas las circunstancias en que nos
podamos encontrar, son
situaciones en las que si nos empeñamos podemos hablar con el Señor,
decirle una
jaculatoria, pedirle ayuda, etc...
Si no tienes concretada una jaculatoria para repetir durante el día, la
Cuaresma es buen
momento para hacerlo, porque así el señor se sentirá más acompañado y
más querido.
Alguna jaculatoria puede ser: ¡Jesús te amo!, ¡Señor, perdóname porque
soy un
pecador! Y los días anteriores ya han salido buenas ocasiones para
decir jaculatorias: al
ver un crucifijo, visitar sagrarios cuando pasas cerca de una iglesia,
al hacer un
sacrificio, cuando te vienen a la cabeza excusas para no mortificarte,
cuando ves que
actúas con la ley del gusto.
Puedes hacer un poco de examen para ver cómo vas en eso. Señor, yo
quiero acordarme y
decirte muchas jaculatorias durante el día; recuérdamelo Tú. Y tú,
ángel de mi
guarda.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 31º. VIERNES 15 de marzo de 2024
Pureza. "Por defender su pureza, San Francisco de Asís se revolcó en la
nieve, San
Benito se arrojó a un zarzal , San Bernardo se zambulló en un estanque
helado... Tú,
¿Qué has hecho?", escribía el beato José María.
Así huyeron de las ocasiones, y cortaron las tentaciones los santos.
Tú, como ellos,
tienes tentaciones. Madre mía, que como ellos sea fuerte para no
ponerme en ocasión de
pecado (no ver la tele solo, por ejemplo) y para cortar desde el
principio las
tentaciones. Cuando las tenga, rezará un bendita sea tu pureza, y, así
contigo, seré
más fuerte.
Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Después
termina con la
oración final.
Día 32º. Sábado
16 de marzo de 2024
¡Qué error compararse con los demás! Pedro había sido un hombre muy
favorecido por la
vida. Había tenido unos padres cariñosos y una niñez feliz. Su mente
era despierta y
siempre sacó buenas notas. Tuvo éxito en la vida y su posición social
era más que
desahogada. Se casó con una mujer guapa, excelente ama de casa y buena
madre de familia;
además adoraba a Pedro a quien consideraba el mejor hombre del mundo...
En resumen: Que
tuvo una existencia feliz, en una atmósfera tranquila, libre de
tensiones y de
frustraciones. Su vida, pues, había sido irreprochable, gozando de una
merecida buena
reputación.
La vida de Juan había sido otra cosa. Tuvo una juventud amarga, pues
sus padres se
llevaban mal, discutían constantemente y amenazaban con separarse.
Fuese por sus taras
emocionales, fuese porque no era demasiado inteligente, sus notas eran
casi siempre malas.
Obtuvo a duras penas un título universitario casi por condescendencia,
y luego un modesto
empleo, justo para malvivir. Sin posibilidades para ahorrar, temía
siempre caer enfermo o
sufrir un accidente grave. Había vivido en un barrio modestísimo,
ruidoso y poco
recomendable, con casas antiguas y apiñadas. Su mujer era apática y
además gruñona.
Tal vez por eso Juan bebía demasiado, perdía los nervios con frecuencia
y decía
palabras malsonantes.
Ambos eran católicos y cumplían con sus deberes religiosos. Pedro iba a
Misa y comulgaba
a menudo; Juan, sólo los domingos, las fiestas de guardar y algunas
otras fiestas
señaladas. Dios se los llevó casi al mismo tiempo, y los dos
comparecieron ante Él para
ser juzgados. Fueron ambos al Cielo, pero el juicio les deparó
sorpresas considerables.
La de Pedro consistió en que no obtuvo el puesto que se esperaba. "Sí,
fuiste bueno
-le dijo Dios-, pero ¿cómo no ibas a serlo? Apenas tuviste
contrariedades ni problemas.
Tus pasiones eran por naturaleza moderadas y no tuviste en tu vida
fuertes tentaciones.
Has sido un hombre virtuoso, sí, pero debías haber sido un hombre santo.
Juan, por su parte, tuvo una sorpresa todavía mayor, porque pasó por
delante y quedó
situado más alto. Sin duda podías haber sido mejor -le dijo el Señor-
pero, al menos,
luchaste. No te compadeciste en exceso de ti mismo y nunca tiraste la
toalla. Teniendo en
cuenta tus insuficiencias y tus circunstancias, no lo hiciste mal del
todo y aprovechaste
muchas de mis gracias...
Tú, ¿por quién te ves representado? El Señor nos pide que seamos
santos. No te
compares con el resto de la gente pues puede sucederles lo que a Juan.
Jesús, que sólo
me compare contigo y que te imite en todo.
Continúa
hablándole a Dios
con tus palabras
Día 33º. DOMINGO 17 de marzo de 2024
Perdonar siempre. Un día, la Madre Teresa de Calcuta, encontró sobre un
montón de
basura una mujer moribunda que le dijo que su propio hijo la había
dejado abandonada
allí. La Madre la recogió y la llevó al hogar de Kalighat. Aquella
mujer no se quejaba
de su estado sino de que hubiera sido su propio hijo quien la dejó
allí. No podía
perdonarle... La Madre Teresa, que quería que aquella mujer muriese en
gracia de Dios,
trataba de convencerla:
¿Debe perdonar a su hijo? le decía. Es carne de su carne y sangre de su
sangre... Sin
duda hizo lo que hizo en un momento de locura y ya estará
arrepentido... Pórtese como
una verdadera madre y perdónelo... Si ha pedido a Dios que le perdone
sus pecados debe
perdonar el que su hijo cometió con
usted. Si lo hace, Dios recompensará su generosidad con un lugar en el
Cielo. La mujer se
resistía, pero la gracia terminó venciendo. -Le perdono, le perdono...
dijo por fin
llorando. Poco después moría.
Dios mío, dame gracia y amor para perdonar siempre: que ningún día me
acueste guardando
rencor a alguien, aunque me parezca que tengo motivos. ¡Me has
perdonado Tú a mí!
Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Después
termina con la
oración final.
Día
34º. LUNES 18 de marzo de 2024
Dolor de los pecados porque pensaba en ti. "¡Qué dolor de muelas! No
puedo
estudiar, ni leer, ni jugar, y ni siquiera puedo dormir ", se quejaba
desconsoladamente. Alguna vez habrás tenido dolor fuerte de algo, ¡qué
pesadilla!
Pues bien, el dolor de los pecados NO es así. Para perdonarnos en la
confesión Dios nos
pide dolor, y este dolor consiste en tres cosas: 1) reconocer que se ha
pecado
voluntariamente; 2) desear no haberlo hecho; 3) querer no volver a
hacerlo y, para ello,
poner los medios oportunos.
Es bueno que fomentes y busques el dolor de ¡os pecados. Cristo, como
Hombre que era,
padeció todos los sufrimientos de su Pasión hace muchos siglos. Pero
como Dios es
eterno, no tiene tiempo: no hay para El un antes y un después. Todo
está presente ahora
delante de El. Es igual el año 580 que el 1990 o el 3150.
Y en el año 33, cuando cargó con la cruz, y le atravesaron sus manos y
pies con clavos,
etc., tenía presente en su cabeza divina todo lo que yo -y cualquier
otro hombre- hacemos
ahora y en cualquier otro momento de la historia. Por eso en el año 33
PENSABA EN TI, Y
TU ESTABAS PRESENTE EN LA PASIÓN.
Dame, Señor, dolor de mis pecados. Dolor de amor. Lo que yo hago te
afecta. Tú pensabas
en mí en tu pasión. Y cada día, en cada misa, renuevas tu pasión. Y la
renuevas
pensando en mí. Gracias, y auméntame el dolor de mis pecados
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 35º. MARTES 19 de marzo de 2024
¿Puedo ayudarte en algo, Dios mío? En una obra del escritor brasileño
Pedro Bloch
encuentro un diálogo con un niño que me deja literalmente conmovido.
- ¿Rezas a Dios? - pregunta Bloch.
- Sí, cada noche - contesta el niño.
- ¿Y qué le pides?
- Nada. Le pregunto si puedo ayudarle en algo.
Y ahora soy yo quien me pregunto a mí mismo qué sentirá Dios al oír a
este chiquillo
que no va a Él, como la mayoría de los mayores, pidiéndole dinero,
salud, amor o
abrumándole de quejas, de protestas por lo mal que marcha el mundo, y
que en cambio, lo
que hace es simplemente ofrecerse a echarle una mano, si es que la
necesita para algo.
Que muchos días le reces así a Dios.
Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Después
termina con la
oración final.
Día 36º. MIÉRCOLES 20 de marzo de 2024
Sé fiel en lo poco. Plinio, un escritor romano de la antigüedad, cuenta
que unos
sicarios asesinaron a un hombre que tenía un perro. El perro, que se
había quedado sin
amo, permaneció junto al cadáver de su amo muchos días, para impedir
que las aves de
rapiña o las fieras carroñeras lo devorasen.
Habla también de otro perro de un ciudadano romano condenado a muerte,
que no quiso
alejarse de la cárcel donde estaba preso su amo. Hasta después de¡
suplicio -añade-
permaneció junto al cadáver, manifestando su dolor con tristes
ladridos. Y cuando el
cuerpo del amo fue arrojado al Tíber, se lanzó también al río, donde le
vieron emplear
todas sus fuerzas para impedir que se hundiera el cadáver.
Es el instinto de los animales. No podemos hablar de auténtico amor.
Pero da la
impresión de que hasta las criaturas irracionales nos dan lecciones,
nos exhortan a dar
gracias, a amar y ser fieles a los demás.
¿Eres tú fiel en lo poco? ¿Hablas mal de alguien que no está presente?
¿Cuándo
quedas en algo, lo cumples? ¿Dices siempre la verdad, aunque sea en
tonterías?
¿Engañas en el juego? Señor, que sea fiel en lo poco, que sea fiel a
los demás y a Ti.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 37º. JUEVES 21 de marzo de 2024
Gracia. Hace unos años dos amigos que estaban haciendo vela cerca de
Bakio fueron
llevados por una corriente mar adentro. Tan solo uno de ellos llevaba
chaleco salvavidas y
éste preguntó a su amigo: "¿Estás en gracia?". El otro reconoció que
no, y
el primero le dio su salvavidas porque él tenía a Jesús en el alma: Si
se ahogaba iría
al Cielo.
¿Te das cuenta de lo importante que es estar en gracia, como este chico
que se arriesgó
a morir ahogado para que su amigo pudiese vivir con Jesús en el alma?
Jesús dijo que Dios vive en el alma que está en gracia: vive conmigo
ayudándome,
dándome luz para entender, fuerza para luchar y vencer, deseos buenos,
amor y
comprensión, etc. Viviendo Dios en mí, Dios me da una vida nueva y
distinta. Por eso,
vivir en gracia es lo más importante: porque es vivir con Dios.
Pide que tus amigos y familia vivan siempre en gracia de Dios.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 38º. VIERNES 22 de marzo de 2024
Desanimarse es una tontería. Escucha el consejo que da el barrendero a
Momo: "Cuando
barro, las cosas son así: a veces tienes ante ti una calle larguísima.
Te parece tan
terriblemente larga que crees que nunca podrás acabar. Y entonces te
empiezas a dar
prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle no se hace más
corta. Y te
esfuerzas más todavía, al final estás sin aliento. Y la calle sigue
estando por
delante... Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez
¿entiendes? Sólo hay que
pensar en el paso siguiente.... entonces es divertido... de repente uno
se da cuenta de
que, paso a paso, se ha barrido toda la calle."
Ser santo, amar mucho a Dios... cualquier meta se alcanza siempre.
Consiste en dar un paso
cada día; por eso, no te desanimes nunca: haz bien hoy las pequeñas
cosas de¡ día.
¡Qué no me desanime, Señor, que es una tontería! Poco a poco, con
pequeños pocos,
conseguiré hacer realidad las cosas grandes que quiero - y Tú también
quieres - en mi
vida.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 39º. SÁBADO 23 de marzo de 2024
Cámbiate por Jesús. Barrabás es un personaje del evangelio que no
parece muy
importante, pero si nos fijamos, cada uno de nosotros estamos
representados por él.
Cuando Barrabás iba a morir por haber matado a un soldado, Jesús
apareció y le
cambiaron por él, y murió Jesús en vez de Barrabás. El Señor se cambió
por cada uno
de nosotros para que no muriéramos a la vida del alma y para que
pudiéramos nacer de
nuevo a la vida de la gracia después del pecado, nacer a la vida para
poder ir también
al cielo. Todo lo que hizo fue para que tuviéramos la oportunidad de
amarle.
Y los hombres hemos pagado ese amor tuyo, Señor, con pecados y faltas
de amor. Jesús
sabía que íbamos a pagarle así, que íbamos a serle desagradecidos, y
aun así decidió
entregarse para que le amáramos.
Puedes imaginarte ahora tú, cambiándote por Jesús en la Cruz de cada
día: faenas que
te hacen, enfados, cosas que no te salen, pequeñas contrariedades... y
coger así tu cruz
de cada día llevándola con alegría.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras
Día 40º. DOMINGO 24 de marzo de 2024
Es necesario dar Gloria a Dios. Los discípulos "trajeron la borrica y
el pollino, y
pusieron sobre ellos los mantos, y encima de ellos montó Jesús. La
mayor parte de la
gente desplegaban sus mantos por el camino, mientras que otros,
cortando ramas de
árboles, los extendían por la calzada. La multitud que le precedía y la
que le seguía
gritaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en
nombre del
señor! ¡Hosanna en las alturas!" (Mt 21, 7,9).
¡Cómo alaban a Dios! Alabar a una persona es decirle, ¡qué bien has
hecho esto!; o
qué buen amigo eres; o alguna otra afirmación por el estilo.
Alabar significa que se reconoce algo bueno como bueno; que se valora,
y que se dice a
quien lo ha hecho o a quien pertenece. Esto es un gozo para quien lo
escucha y para quien
lo dice (si lo dice sinceramente, y no para sacar algún beneficio).
Alabar a Dios es una obligación para toda criatura. Es bueno que alabes
muchas veces a
Dios: que le digas lo bueno que es, que agradezcas lo bien que ha hecho
esto o aquello, la
belleza del mundo, etc. Y que cuando reces el gloria, lo hagas con esta
intención.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo;
como era en un
principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén
Continúa hablándole a Dios con tus
palabras
Texto del Padre José Pedro Manglano Castellary