Dos
son los pilares fundamentales de la vida de Vicinicius, según él mismo
relata: Dios, que lo es todo para él, y la familia. Él se siente
bendecido por Dios.
En sus redes sociales, Dios está presente y de vez en cuando publica
alguna cita bíblica para expresar su estado de ánimo o lo que siente en
ese momento.
De este modo, cuando se lesionó en el Real Madrid y tuvo que estar dos
meses fuera de los terrenos de juego, Vinicius Jr. escribía en su
cuenta de Twitter un versículo del profeta Isaías: “No temas, porque yo
estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortalezco,
te auxilio, te sostengo con mi diestra victoriosa”.
En otro mal momento, citó el libro de Josué: “Lo que yo te mando es que
tengas valor y seas valiente. No tengas miedo ni te acobardes, que
contigo está el Señor, tu Dios”.
Pero no solo se acuerda de Dios en los malos momentos sino sobre todo
en los buenos. Cuando pasó el reconocimiento médico con el Real
Madrid dejó escrito esto: “Querido Dios, gracias por escucharme,
protegerme y hacer todo para verme sonreír”.
O cuando ante los medios hablaba tras marcar un gol. “Muy feliz por el gol y por ayudar al equipo. ¡Gloria a Dios por todo!”.
Vinicius Jr. hizo una buena temporada 2020/2021 en el Real Madrid, pero
la de 2021/2022 fue excepcional, donde fue decisivo en muchos partidos
con sus 17 goles. En Mayo de 2022, el Real Madrid consiguió su
decimocuarta Champions, con unas actuaciones muy destacadas y decisivas
de Vinicius Jr. Hasta ahora, "Vini" ha conquistado seis títulos como
jugador del Real Madrid: una Champions League, dos Supercopas de
España, dos Ligas y un Mundial de Clubes. Con alegría, sigue
jugando esta temporada 2022/2023 y dando muchas gracias a Dios por ello.
Luka Modric
Luka
lo ha ganado todo con el Real Madrid: Ligas, Champions League, Copas
del Rey, Supercopas de España, Supercopa de Europa y mundiales de clubes. Además,
como capitán de Croacia logró llevar a su selección a la final del
pasado mundial de Rusia de 2018. Gracias a ello, también logró ser
Balón de Oro ese año, galardón que reconoce al mejor jugador del mundo
en esa temporada.
Luka es católico practicante y antes de salir a los terrenos de juego,
besa 7 veces una foto que lleva en una de sus espinilleras. En dicha
foto, aparece su mujer y sus tres hijos, así como el Sagrado Corazón de
Jesús por encima de ellos. Cada beso está dedicado a un miembro de su
familia, y el séptimo es para el Sagrado Corazón de Jesús, según él
mismo explica.
Luka tiene una vida privada discreta, alejada de su gran fama. No ha
protagonizado ningún escándalo. Se centra en el fútbol, oficio que ama, y en su familia, que considera un pilar
fundamental de su vida.
Luka Modric ha sido renovado un año más con el Real Madrid, hasta el 30 de junio de 2023. Da gracias a Dios por ello y por todos los éxitos que ha conseguido.
Mateo Kovacic
Mateo
Kovacic es un futbolista croata que juega como centrocampista en el
Chelsea Football Club de la Premier League de Inglaterra. Ha jugado en
equipos muy importantes como el Real Madrid, el Inter de Milán o el
Dínamo de Zagreb. Es internacional con la selección de Croacia y la
representó en las Copas Mundiales de Fútbol de Brasil 2014 y Rusia
2018, y también en la Eurocopa 2016.
Kovacic es católico practicante y es uno de los jugadores que más
manifiesta su fe católica en redes sociales. Mateo dedicó la medalla de
plata que logró en el Mundial de Rusia 2018 a San Antonio de Padua, el
santo de la parroquia de su pueblo, en un gesto que conmovió en las
redes sociales. Recibió el premio luciendo en la espalda una banderola
con la imagen de San Antonio de Padua y la iglesia que lleva su nombre
en Sesvete, el pueblo donde creció. En esta misma iglesia fue
monaguillo y conoció a su esposa Isabel. Tras la ceremonia, Kovacic se
tomó una fotografía luciendo la banderola en el vestuario del estadio
Luzhniki de Moscú.
Previamente, tras ganar el partido de semifinal del mundial contra
Inglaterra, Mateo publicó en Instagram una fotografía de la bandera
croata con un Cristo y una pequeña imagen de la Virgen con el texto
“Gracias, Dios mío” en croata.
Además, con ocasión de la Semana Santa de 2017, publicó la imagen
de una cruz y una corona de espinas con el mensaje “y Él mismo cargó
con nuestros pecados en su cuerpo en la cruz. Que todos tengan una
bendita Pascua”.
Chicharito
Javier “Chicharito” Hernández es el futbolista mexicano del momento.
Tras convertirse en una de las sensaciones del fútbol inglés con sus
grandes actuaciones en el Manchester United (donde en diciembre de 2012
fue elegido mejor jugador de la Premier League), y tras pasar por el
Real Madrid y el Sevilla F.C., fue fichado por Los Ángeles Galaxy de
Estados Unidos.
Sin embargo, no sólo su fútbol y sus goles han impresionado a los
ingleses y españoles, sino que la profunda fe y la humildad de este
joven futbolista le han puesto como ejemplo para los jóvenes. Aparece
ya en las listas
de los deportistas más religiosos del mundo.
Siempre habla de Dios
A pesar de la fama y el dinero, Chicharito no ha perdido el norte y
tiene muy claro de dónde viene y hacía dónde va. Nunca ha ocultado su
ferviente fe católica, es más, sorprende la cantidad de veces que habla
de Dios. En todas y cada una de sus entrevistas y apariciones públicas
le da gracias por lo que tiene y por la oportunidad de jugar al fútbol.
La imagen más llamativa y más conocida de este futbolista se produce
antes de cada partido cuando se pone de rodillas con los ojos
cerrados y con los brazos abiertos mientras ora. “Siempre rezo en el
campo antes de un partido. Es una rutina importante para mí pero no es
superstición”, afirma. “Me gusta rezar, puedo hablar con Dios y le digo
que tenga cuidado de la salud de ambos equipos”.
Un ángel en los “diablos rojos”
Curiosamente, este “ángel” que reza por compañeros y rivales presta sus
servicios en el histórico Manchester United, conocido popularmente en
todo el mundo como los “red devils”, los diablos rojos. Un ángel
entre demonios.
A pesar de ello, su religiosidad le causó varios problemas en el fútbol
británico. Sufrió amenazas de los protestantes del Rangers por su
devoción católica e incluso distintos estamentos intentaron convencerle
de que no rezase en público para no caldear el ambiente.
Orgulloso de ser católico
Esta fe de la que hace gala ha interrogado a seguidores y periodistas
en Inglaterra. Pero él lo tiene claro: “Soy católico, no me da pena
decirlo. En mi casa he recibido una educación católica, mi abuelita es
sobre todo muy católica y es la base de nuestra familia”. Y es que su
abuela, doña Lucha, le inculcó desde pequeño su amor a la Iglesia
Católica y a la Virgen María, algo que este futbolista de éxito no ha
olvidado.
Dios y la familia, la clave del éxito
La familia es lo más importante para él y la que le ha dado estabilidad
en un mundo tan complicado como el del fútbol. En una entrevista le
preguntaron que definiera el éxito en tres palabras y no dudó: “Dios,
familia, perseverancia”.
Si ya ha conseguido triunfar en el fútbol, su sueño desde niño, ahora
va camino de realizar el segundo, que pasa por casarse y ser padre.
Pese al éxito sigue con su novia de toda la vida. “Quiero ser esposo,
quiero ser padre de familia, pero todo a su debido tiempo. Dios va a
decidir eso, y cuando sea, obviamente cambiará toda mi vida”.
Agradecido con Dios
Al igual que su fe, la humildad que demuestra en el día a día no deja
indiferente a nadie en Manchester. Chicharito relata que “me considero
una persona realizando sus sueños, luchando por lo que siempre soñó
desde chico, haciendo lo que siempre quiso…pero no va ha haber
profesión, ni trabajo, ni logros, ni dinero que me hagan sentir más o
menos que los demás. Siempre estaré muy agradecido con mi familia y
también con Dios, por haberme inculcado esto”.
Este carácter también se ha ido forjando con distintos acontecimientos
de su vida, que le han hecho dar la verdadera importancia a las cosas.
De hecho, estuvo a punto de abandonar el fútbol y fue esa crisis la que
le llevó hacía Dios.
La crisis que cambió su vida
“Estuve cerca de retirarme, tenía muchas dudas sobre si seguir o no en
este camino que Dios me había puesto. No estaba jugando mucho y estaba
de reserva” y empezó a estar muy triste. En ese momento, un compañero
suyo en el Chivas, Ramón Morales, trece años mayor que él, le ayudó
sobremanera. Así lo relata el veterano jugador: “la forma en que traté
de ayudarlo era decirle que confiara mucho en Dios, yo creo, él cree
mucho en Dios, su familia cree. Y que Dios da cuando nos esforzamos,
cuando hacemos las cosas con honestidad, respeto y dedicación”.
Poco a poco, en esta situación se fue aferrando cada vez más a Dios y
comenzó a “a ver la vida desde otra perspectiva, saber que si no me va
bien en el fútbol puedo ser feliz, es cuando aprendí que la vida es más
que tu profesión, porque aunque sea tu sueño, aunque luches por él no
lo es todo. Así empecé a disfrutar de cada entrenamiento, cada minuto,
cada momento de estar con mi familia. Empecé a disfrutar de muchísimas
cosas más allá del fútbol. Me apegué mucho a Dios y creo que eso me
ayudó bastante para poder creer más en Él y ver la vida de otra manera”.
El sabio consejo de su abuela
Hay un consejo de su abuela que le ha acompañado desde entonces y que
afirma que nunca olvidará y que dice que “el tiempo de Dios es perfecto
y Dios sabrá los tiempos para cada uno”. Y las consecuencias son
evidentes. Tras este bache ,su carrera despegó. Es el ídolo mexicano,
goleador de su selección en el Mundial, que después de triunfar
en Europa, lo está haciendo en Estados unidos.
Pero sin Dios y su familia no habría sido posible. Chicharito no lo
olvida.
Autor del texto sobre
Chicharito: Javier Lozano (ReL)
Wayne Rooney,
El famoso jugador de la selección inglesa y del Manchester United,
lleva en todos sus entrenamientos un Rosario y afirma que pudo ser
sacerdote.
Rooney fue criado en la fe católica, pues es de ascendencia irlandesa.
Los abuelos paternos de Rooney se intalaron en las afueras de
Liverpoool. De hecho, la resistencia del jugador, algunos la achacan a
sus orígenes humildes en un barrio de inmigrantes irlandeses
principalmente católico. Miles de irlandeses viven allí. Wayne nació en
Croxteth, un suburbio de la ciudad de Liverpool y creció en la zona
conocida como Scotland Road o Scotty.
Frente al colegio de mujeres San Juan Bosco, se encontraba la escuela
secundaria católica para varones de los hermanos de La Salle, donde
Rooney estudió y perfeccionó sus habilidades futbolísticas. Debutó en
el fútbol profesional aún siendo un estudiante de 16 años, defendiendo
al Everton inglés.
Rooney ha vivido todo un proceso de madurez desde que se inició en el
futbol, en 2002. Con cerca de 350 partidos oficiales con el Everton y
el Manchester, Wayne reconoció que la experiencia de fe lo ha
transformado; y aunque le han censurado por hablar de esto, en
entrevista concedida al periódico Daily Mail señaló: “Rezo por mi
familia antes de cada partido, pues soy creyente” y agrega: “No le
ruego (a Dios) para que me ayude a marcar goles, sino que lo hago para
que interceda por mi salud y la de quienes estamos en el campo de
juego”.
Esta muestra de fe lo ha acompañado desde pequeño, cuando asistía a la
escuela primaria católica y romana Our Lady and St. Swithin’s en
Liverpool, donde su asignatura favorita, señala, fue religión. “Hacía
dibujos de Dios en la escuela y se lo contaba a mis padres la mayoría
de las noches”. Incluso en The Sunday Times, el jugador reveló que
“podría haber sido sacerdote” porque disfrutó mucho de su educación
religiosa.
Rooney está casado con Coleen McLoughlin, a quien conoció cuando eran
alumnos de secundaria. Contrajeron matrimonio religioso, después de
seis años de noviazgo, el 12 de junio de 2008 en La Cervara, en un
monasterio ubicado en la ciudad de Génova. El Padre Quinn comentó
que cuando celebró su matrimonio en Italia, todos los invitados
recibieron como regalo un rosario, por lo que el rosario significa
mucho para Wayne y Coleen.
Rooney dice que la familia así constituida ha sido determinante “y la
oración para ofrecer por la salud de mis 2 hijos y de todos a quienes
amo”. Realiza esta muestra de amor en los entrenamientos: “Cuando estoy
en la sala de fisioterapia. Allí me dedico a orar algunos minutos”. Sin
embargo, reconoce que expresar su fe de esta manera ha traído
consecuencias poco agradables para él.
Durante el año 2010, cuando con su selección inglesa estaba
participando en el mundial de futbol de Sudáfrica, fue fotografiado
luciendo un rosario durante los entrenamientos. Esto despertó la
inmediata curiosidad de los medios de comunicación. Consultado al
respecto del rosario durante la rueda de prensa, el futbolista
sorprendió a todos con su respuesta: “Lo llevo puesto desde hace cuatro
años y ustedes no ven los entrenamientos. Obviamente no lo puedo usar
durante los partidos. Es mi religión”.
Las declaraciones del jugador, sin embargo, no cayeron bien en el jefe
de prensa de la selección inglesa, Mark Whittle, quien interrumpió a
Rooney diciendo a los medios “no hablamos sobre religión”.
Pero Rooney como en la cancha al jugar, tiene una fortaleza de espíritu
tal que es impermeable a cualquier ataque a su fe. Se complementa en
ello con su esposa quien como él, es devota del rezo del rosario y de
la Virgen de Lourdes. En septiembre de 2013, Coleen viajó al Santuario
para orar por la salud de su hermana Rossie, quien padece una
enfermedad incurable, el síndrome de Rett.
Roque Santa Cruz
Es uno de los delanteros más importantes que juegan en Europa y es una
estrella del fútbol paraguayo, país en el que nació. Actualmente juega
en el Málaga, equipo de la liga española.
Roque es católico practicante y es fiel de la Parroquia
del Santo Cristo del Calvario, en Marbella. Junto a su mujer y sus tres
hijos, acude a Misa todos los fines de semana. Además, imparte
catequesis a los niños de la parroquia dos días a la semana. Es
adorador eucarístico y acude a rezar dos veces por semana durante una
hora ante el Santísimo Expuesto, ya que en su parroquia hay adoración
perpetua. En palabras de Roque, "estar ante el sagrario le sirve para
cargar pilas".
Roque es muy
consciente de su responsabilidad y del ejemplo que los futbolistas
representan para los jóvenes. Por ello, siempre que puede dice a los
jóvenes que
quieren ser futbolistas que no deben descuidar su vida interior. “Amad
la profesión pero hacedlo sin descuidar la vida espiritual que es lo
que les va a dejar enfocados en una vida sana porque la vida cristiana
te reconforta y te ayuda”.
Esta vida espiritual es justamente la que le ha llevado a ayudar a los
más necesitados durante los últimos años. Para ello, creó una
fundación. “La idea nació desde el primer momento en que me hice
profesional pues en mi país conocí siempre la necesidad que hay en
otras partes de la sociedad. Y viendo eso es imposible quedarse con los
brazos cruzados”.
El fin de
esta
fundación es algo más que una ayuda material a los niños. Según cuenta
el propio Roque Santa Cruz, queremos demostrar a los niños que hay
gente que se preocupa por ellos. A través del amor, que les queremos y
que hay gente dispuesta a darles la mano. Esto es lo que necesitan,
cariño, atención y saberse que no están solos. Es un trabajo que nos
llena”.
Javier
Zanetti, del Inter de Milán, parece realmente
enamorado de Dios: "Estar cerca de Jesús significa ser una persona
feliz. Soy muy
creyente, experimento su existencia y su amor. Cada segundo siento a
Dios presente en mi
vida. Quisiera enseñar a los jóvenes la belleza de creer en Dios y la
importancia de
asumir la propia responsabilidad".
Gabriel
Batistuta, jugador
argentino ya retirado, remarca que "para mí, Jesús es un ejemplo a
seguir. Siempre
he tenido
fe, aún en los momentos difíciles de mi vida. A menudo, lo confieso, he
tenido alguna
duda, aunque quizás estoy usando una palabra muy gorda. Pero siempre he
creído, siempre
he seguido las enseñanzas de la Iglesia". Señala que su fama no le deja
participar
tranquilo cuando va a misa porque hasta ahí le piden autógrafos, algo
que le ha
sorprendido. "Esto no me pasaba en Argentina", asegura. Reza tres veces
al día
y antes de entrar en el campo "para que no me pase nada" y antes de los
momentos
importantes para "agradecer a Dios con la oración".
El chileno Marcelo
Salas,
exjugador del
River Plate, recurre frecuentemente a su director espiritual. "Creo que
es muy
importante tener un director espiritual que te ayude a estar bien con
Dios. Creo mucho en
la oración; antes de dormir, rezo. Digamos que me encanta hablar con
Dios. No importa
tener una casa hermosa o poseer riquezas materiales. Éstas son cosas
pasajeras. Lo
importante es tener fe en Dios para construir algo bello", afirma.
El nigeriano Kanu tuvo una experiencia
trascendental. En
1996, en un momento espléndido de su carrera, le encuentran una
anomalía cardíaca y su
vida y su carrera corren peligro. Todos daban por terminada su vida.
Sin embargo, una
operación milagrosa le salvó la vida. "Soy cristiano católico,
practicante. En
Nigeria hay una Iglesia católica muy fervorosa. No puedes basar tu vida
sobre el fútbol
o sobre el éxito, o sobre una cosa humana porque cuando falle estarás
perdido. Sólo
Dios es eterno", señala. Añade que en los momentos de dolor ha sentido
la fuerza de
los que rezaban por él. "No es retórica, creo en el valor de la
oración, no para
que suceda un milagro, sino para saber aceptar la voluntad de Dios".
Ito, exjugador del Betis,
se muestra orgulloso
de ser cofrade de Santa Genoveva. "Como todas las personas, he pasado
por diferentes
épocas en mi vida: en la niñez veía a Jesús de una forma anecdótica; me
preguntaba si
existía o no. Después he pasado por momentos de duda, pero he madurado
y me he formado
un criterio propio de la religión", sostiene.
Kovasevic, ex jugador croata de
la Real Sociedad,
decidió dejar el fútbol para dedicarse a Dios más intensamente, junto
con su esposa.
"He decidido dar un vuelco a mi vida. En mi escala de valores, Dios
está en primer
puesto, y en el segundo la familia. El estilo de vida de los jugadores
está muy lejos de
esta escala de valores, así que he dicho basta. En el Brescia ganaba
mucho dinero, pero
no estaba sereno. No me interesaba ni el sueldo, ni los coches, ni las
bellas mujeres. Son cosas efímeras, pasajeras. He encontrado una
felicidad más grande que
la que podía
darme el fútbol".
Otro testimonio muy interesante es el del argentino Abel Balbo. Organizó el famoso
encuentro de los
futbolistas argentinos que jugaban en Italia con el Papa en 1996. Un
encuentro que marcó
la vida de muchos de los que participaron. "Cuando estaba en el
Udinese, iba yo solo
a misa", explica. Después, empezaron a venir conmigo dos o tres
compañeros hasta que
hubo un momento en que venía a misa casi todo el equipo. He sabido que
muchos de aquellos
que todavía están en el Udinese continúan yendo a misa", comenta
satisfecho. Opina
que "la Iglesia es mi madre. Tengo una buena relación con la Iglesia.
Tengo muchos
amigos sacerdotes. Lo siento por los que dicen que creen en Dios pero
no en la Iglesia.
¡Es una afirmación sin sentido! Es verdad que hay algunos sacerdotes
que no están a la
altura de su misión, pero yo no voy a una iglesia para llevarme bien
con el cura o para
ver si es bueno y simpático".
Al belga George Grun se le fortaleció la fe cuando perdió a
su
hija en 1992. "He vivido una tragedia increíble. Y es en la fe en donde
he
encontrado la fuerza, el coraje, la esperanza para seguir adelante. Y
es en Dios donde he
encontrado el sentido de la vida. Porque la vida para nosotros los
seres humanos continúa
aún cuando pierdes una hija pequeña. La vida no termina aquí en la
tierra. Es esta
certeza la que me ha dado el coraje de continuar, de seguir adelante.
Como católico puedo decir que he descubierto el amor de Dios aún en
esta
tragedia. He
descubierto la oración, que no sólo debe ser un refugio en los momentos
de
desesperación".
Luigi di Biagio, del Brescia, manifiesta que "la fe
viene de
adentro. Cada vez que voy a misa me siento cerca de Dios. Me encuentro
muy bien, paso una
hora hermosa".
El alemán Oliver
Bierhoff ríe al
recordar que cantaba en el coro de su parroquia. "Me alegro mucho de
haber recibido
una educación católica que me ha ayudado tanto en la vida. Creo que
cada cosa que pasa
tiene un sentido. Dios me protege y no debemos tener miedo, al
contrario, debemos ser
capaces de afrontar cada cosa con serenidad".
Sotanas y balones
Por
un día abandonan
sus parroquias y evangelizan dentro de un vestuario. Son los capellanes
de los equipos.
Todos coinciden en que están ahí para ayudar a los jugadores. Son
cercanos, han casado a
jugadores de la plantilla, han bautizado a sus hijos e incluso son sus
confesores.
"Ante todo, el capellán de un equipo tiene que ser amigo de los
jugadores. Ellos
están sometidos a mucha presión y en muchas ocasiones, desarraigados de
sus familias, yo
les escucho y trato de ayudarles" confiesa el padre Ángel, capellán del
Betis.
"Cuando se nos llena la enfermería no me sale otra cosa más que decir:
Señor:
¿qué pasa con los huesos de mis chicos?"
Don Rafael Taboada también cree que la misión de un cura dentro del
vestuario es saciar
las necesidades espirituales de los jugadores como un amigo. "Ahora las
consultas de
los psiquiatras están llenas y los confesionarios vacíos, eso es algo
que llama la
atención", asevera el capellán del Deportivo de la Coruña. Son
aficionados y no se
pierden ni un partido los domingos que su equipo juega en casa. "No
podemos abandonar
nuestras parroquias", afirma don Antonio Bueno, capellán del Recreativo
de Huelva,
"y como no puedo estar ahí cuando viajan, siempre les llamo a la
concentración para
que no se olviden de rezar antes del partido", concluye.
Irureta: "La fe es mi gran apoyo"
El
ex-entrenador del
Deportivo de La Coruña y ex-futbolista, Javier Irureta, es un hombre de fe.
"Soy un hombre de fe humilde", aclara. "Es la que
me enseñaron mis padres desde niño. Para mí, Dios es importante en mi
profesión y en
mi vida. Creo que dependemos de tantas cosas y es tan insignificante
nuestra vida que para
mí, la fe es un apoyo permanente".
Asiste a la Santa Misa todos los domingos y les hace
rezar un Padrenuestro a los jugadores antes de entrar al campo. "Ellos
reaccionan
bien; es bueno para tener un espíritu de compañerismo, de solidaridad.
La vida de un
jugador es tan trepidante, tan rápida, que le hace falta detenerse un
minuto y
reflexionar", indica. Esto es lo que experimentó hace años cuando
realizó el
Camino de Santiago en agradecimiento por haber ganado el campeonato de
Liga Española. "Es una experiencia muy bonita; la soledad te permite un
reencuentro
contigo mismo, con la propia naturaleza", expresa.
Estos momentos de reflexión trata de tenerlos habitualmente. Se lleva
muy bien con el
capellán del equipo, Rafael Taboada, de quien dice que es "una persona
muy cercana a
todos". "Y el primer jugador santo será Valerón, es una muy buena
persona", ríe, cuando se le pregunta la posibilidad de que haya algún
jugador o
entrenador que sea elevado a los altares.