Novena al Santo Cura de Ars
DÍA PRIMERO
Fe ardiente. San Juan María Bautista Vianney: tú naciste de una madre profundamente
religiosa; de ella recibiste la santa Fe, aprendiendo a amar a Dios y a rezar. Ya a
temprana edad se te pudo ver arrodillado delante de una estatua de María. Tu alma fue
arrebatada de forma sobrenatural hacia las cosas más elevadas. A pesar del alto coste
respondiste a tu vocación.
Contra muchos obstáculos y contradicciones tuviste que luchar y sufrir para llegar a ser
el perfecto cura que fuiste. Pero tu espíritu de profunda fe te sostuvo en todas estas
batallas. Oh gran santo, tu conoces el deseo de mi alma. Quisiera servir a Dios mejor. De
El he recibido muchas buenas cosas. Por esto, obtén para mi más valor y especialmente
una profunda fe.
Muchos de mis pensamientos, palabras y acciones son inútiles para mi santificación y mi
salvación porque ese espíritu sobrenatural no impulsa mi vida. Ayúdame a ser mejor en
el futuro.
Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y
especialmente por
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SEGUNDO
Completa confianza en Dios. San Juan María Bautista Vianney, ¡cuanta confianza tenía la
gente en tus oraciones! No podías abandonar tu vieja rectoría o tu humilde iglesia sin
verte rodeado por almas implorantes, que recurrían a ti al igual que hicieron al mismo
Jesús durante su vida terrenal. Y tu, oh buen santo, les dabas esperanza con tus palabras
que estaban llenas de amor para Dios.
Tu, que siempre confiabas enteramente en el corazón de Dios, obtén para mi una confianza
filial y profunda en su Providencia. Así como la esperanza de bienes divinos llena mi
corazón, dame valor y ayúdame a obedecer siempre los mandamientos de Dios.
Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y
especialmente por
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA TERCERO
Amor verdadero al prójimo. San Juan María Bautista Vianney, por causa de tu amor a Dios
mostraste una gran caridad hacia tu prójimo. No podías predicar el amor de Dios sin
derramar lágrimas de amor. Durante tus últimos años parecía como si no pudieras hablar
acerca de otra cosa o vivir para cualquier otra cosa. Así te sacrificaste a ti mismo por
tu prójimo mediante el consuelo, la absolución y santificándoles hasta el límite de
tus fuerzas.
Tu caridad me inspira a un mayor amor a Dios, un amor que se muestra más por los hechos
que por las palabras. Ayúdame a amar a mi prójimo con igual generosidad a como Cristo
los ama.
Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y
especialmente por
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA CUARTO
Horror al pecado. San Juan María Bautista Vianney, tu fuiste tan inflexible contra el
pecado, y sin embargo, tan amable y dispuesto a acoger al pecador. Acudo a ti hoy como si
aún estuvieras vivo, como si estuviera arrodillado ante tus pies y pudieras oírme.
Inclínate hacia mí, escucha al confidente arrepentido por las debilidades y acciones
miserables.
Cura del Señor, infatigable confesor, obtén para mi el horror al pecado. Tu quisiste
sobre todo que evitáramos la ocasión de pecar. Quiero tomar tu consejo y hacer la
resolución de romper con los malos hábitos y evitar las ocasiones peligrosas de pecar.
Ayúdame hoy a examinar mi conciencia.
Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y
especialmente por
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA QUINTO
Confesor de almas. Oh Santo Cura de Ars, tu sabías cuan importante era una buena
confesión para la vida cristiana. Para procurar felices frutos a millones de almas era
por lo que tu aceptabas estar en un incómodo confesionario, que era como una prisión,
hasta 15 y 16 horas en ciertos días.
Voy a intentar a desarrollar el hábito de la confesión frecuente, a prepararme
adecuadamente cada vez y a tener siempre arrepentimiento de mis pecados, para que así la
gracia de la final perseverancia y también la santificación de mi alma sean aseguradas.
Pide por mi este gracia.
Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y
especialmente por
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SEXTO
Presencia real. Oh Santo Cura de Ars, cuyo único consuelo en este mundo era la presencia
real de Jesús en el tabernáculo, ¿acaso no era tu gran felicidad distribuir la
comunión a los peregrinos que te visitaban?. Tu negabas la comunión a las almas que se
negaban a reformarse, pero a las almas de buena voluntad les abrías de par en par las
puertas de la fiesta de la eucaristía.
Tu, que cada día en la Santa Misa recibías la Santa Comunión con gran amor, dame algo
de tu fervor. Libre de pecado mortal, obtén para mi un sincero deseo de beneficiarme al
recibir la Santa Comunión.
Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y
especialmente por
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA SÉPTIMO
Ahuyentador del demonio. Oh Santo Cura de Ars, los infames ataques del demonio que tuviste
que sufrir y las pruebas que te desalentaban hasta la fatiga no te hicieron abandonar la
sublime tarea de convertir las almas. Durante muchos años el demonio vino a interrumpir
tu corto descanso pero tu ganaste gracias a la mortificación y las oraciones.
Poderoso protector, tu conoces bien el deseo del tentador por dañar mi alma bautizada y
creyente. El quisiera verme pecar rechazando los Santos Sacramentos y la vida de virtud.
Buen santo de Ars ahuyenta de mi toda traza del enemigo.
Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y
especialmente por
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA OCTAVO
Pureza exquisita. Oh Santo Cura de Ars, de ti un testigo de tu vida dijo esta frase:
"Le hubiéramos tomado por un ángel en un cuerpo mortal".
Tu edificaste a tantos otros: la modestia y la exquisita pureza radiaban de tu cuerpo. Con
ese encanto y con ese entusiasmo predicaste a otros acerca de esas bellas virtudes que tu
decías se asemejaban al perfume de un viñedo en flor.
Por favor yo te imploro que unas tus súplicas a las de María Inmaculada y Santa Filomena
para que siempre guarde, tal y como Dios me pide, la pureza de mi corazón. Tu, que has
dirigido a tantas almas hacia las alturas de la virtud, defiéndeme en las tentaciones y
obtén para mí la fortaleza para conquistarlas.
Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y
especialmente por
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
DÍA NOVENO
Deseo de cielo. Oh Santo Cura de Ars, tus restos preciosos están guardados en un
magnífico relicario, donación de los sacerdotes de Francia. Pero esta gloria terrena es
sólo una pálida imagen de la gloria indescriptible que estas disfrutando con Dios.
Durante el tiempo que permaneciste en la tierra solías repetir en tus horas de
abatimiento: "ya descansaré en la otra vida". Ahora ya esta hecho: ya estás en
la paz y felicidad eternas.
Deseo seguirte algún día. Pero hasta entonces te oigo diciéndome: "debes trabajar
y luchar mientras estés en el mundo". Enséñame entonces a trabajar por la
salvación de mi alma, a difundir la buena nueva, el buen ejemplo y a hacer el bien a los
que me rodean y así poder recibir la felicidad de los elegidos contigo.
Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión. Ruega por mi durante esta novena y
especialmente por
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Oh San Juan Vianney, patrón de los curas, ruega por nosotros y por todos los curas!
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