Cuenta una historia, que un rico mercader salió a vender mercancías en compañía de sus servidores y con una caravana de 12 camellos.
De noche, pararon en un oasis y cuando el señor ya estaba listo para dormir, llegó su asistente y le dijo:
- Señor, tenemos un problema: Ya hemos amarrado 11 camellos pero olvidamos traer una estaca y no sabemos que hacer con el que nos falta.
- Muy sencillo, dijo el mercader: Simula delante del animal que clavas la estaca y lo amarras a ella. El camello, que es torpe, creerá que está sujeto y se quedará quieto.
Los servidores hicieron lo que dijo su señor y se fueron a dormir.
Al amanecer vieron que todos los camellos estaban en su lugar.
Fue de nuevo el asistente y le dijo al comerciante que tenían los camellos listos para partir, pero no podían poner en camino al camello número 12.
El señor les dijo que simularan desatarlo porque creía que estaba amarrado. Así se hizo y la caravana pudo proseguir su camino.
A tí, ¿cuántos lazos mentales te frenan?
Web católico de Javier
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