Chateando con el Señor
¡Hola Señor! Sé que estás ahí,
pues te he visto siempre en línea y hoy quiero chatear contigo.
Sé que a veces te dejo sin admisión, otras veces me pongo no disponible y casi siempre
ausente para ti, pero yo sé que tú siempre estás ahí conectado, con tu nombre en
mayúsculas: JESÚS.
Sabes, Señor, sé que conoces mis angustias, todos mis problemas y... ¡cómo no me vas a
conocer si tú me creaste, si en tu pensamiento nací, no hay cosa oculta para ti! Es por
eso que reconozco que he sido una tonta al querer pasar desapercibida delante de tí.
¡Perdóname Señor!
Hoy quiero chatear contigo, Señor. Quiero escribirte que te quiero, que eres mi mejor
amigo, darte los buenos días, cantarte una canción, extrañarte cuando no puedo verte,
mandarte smileys que te hagan reír, escribirte mails y quizá contarte algo gracioso por whatsapp.
Sé que tú me aceptas así, tal cual soy, sé que tú me amas antes de que yo te amara.
Ahora que me das de tu tiempo y
puedo estar conectada contigo, quiero darte las GRACIAS por la vida que me diste, por la
familia con la que me has bendecido, por mi trabajo, por la persona que está a mi lado,
por las penas de las alegrías y aún por las alegrías de las penas... Por todo, GRACIAS
SEÑOR.
Tengo que seguir trabajando, Señor. Pero a partir de hoy, siempre te tendré en
línea y antes que a nadie te daré los buenos días. Y al irme te diré, te veo en el
camino o en casa, porque sé que Tú estás en todos lados.
Fue muy bonito poder chatear
contigo, pues todas tus respuestas llevan amor, llevan misercordia y la compasión de un
Padre está siempre con su hija. Web católico de Javier Si te ha gustado la reflexión Chateando con el Señor, compártela por favor en las redes sociales pulsando los siguientes botones:
Bueno SEÑOR, te dejo trabajar, sé que también lo haces aquí, estaré para lo que se te
ofrezca.
Sé que a veces pides cosas que me cuestan, pero jamás me pedirías cosas que no me
ayuden.
Y si me llamas y no contesto, mándame un zumbido para poder saber que eres Tú.
Tú eres el Amor más grande de mi corazón y de mi alma,
Eres quien me levanta y quien me acompaña en el camino de estos momentos llamados vida
...
Una cosita, Señor: Déjame que te pida por todos los amigos maravillosos que he
encontrado por este medio. Sé que Tú los has puesto en mi camino, en mi teléfono móvil, en mi ordenador, y me llena de
felicidad encontrarlos cada día, aquí conmigo. Bendícelos y consérvamelos como amigos
míos y tuyos.
Amén.
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