Aceptarás al prójimo como es, amándole con todos sus defectos.
No tomarás en cuenta sus ingratitudes y desvíos
No juzgarás su conducta a sus espaldas
Interésate de contínuo por sus cosas.
Alaba sus virtudes o cualidades en su ausencia, que pronto lo sabrá.
Servirás al prójimo aunque sea un comodón.
Agradecerás al otro sus pequeñas atenciones, tratando de hacérselas mayores tú.
Estarás siempre alegre para alegrar a todos.
Te gozarás con los triunfos del otro sin envidiarlos.
Pide las cosas por favor. Y si haces algo mal, pide perdón.
Web católico de Javier
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