En la apertura de los Juegos Olímpicos de Helsinki, en 1952, delante de los 6000 atletas pertenecientes a 70 naciones, entre ellos los 300 rusos, el arzobispo luterano de Helsinki leyó esta oración, que es todo un programa, no sólo deportivo, sino de vida:
Dios eterno y todopoderoso, nosotros, llegados de todos rincones de la tierra a esta gran fiesta común de las naciones, nos inclinamos ante Ti para darte gracias por tu protección y para rezarte. Une a todos los pueblos del orbe con el lazo de la paz y de la concordia.
Enséñanos a comprendernos, a tolerarnos, a amarnos los unos a los otros a pesar de todo lo que nos separa: fronteras, lenguas, opiniones, culturas y religiones.
Ayúdanos a que desaparezcan el odio y la discordia, y así llegue a ser verdadera esta palabra: "Que haya un solo rebaño y un solo pastor".
Mira a estas jóvenes y a estos jóvenes, que en el ardor y la fuerza de la juventud se preparan para competir por los laureles de la victoria; ayúdales a luchar también para guardar la pureza y para alcanzar la corona imperecedera de la eternidad.
Los Juegos Olímpicos de París 2024 se llevarán a cabo entre el 26 de julio y el 11 de agosto. París se convertirá en la segunda ciudad (además de Londres) en albergar tres veces las Olimpíadas, tras las celebradas en 1900 y 1924.
Web católico de Javier
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