Explicación del gran valor de la Misa
Respuestas de los fieles en la Santa Misa
Posturas de los fieles durante la Misa
Explicación del gran valor de la Santa Misa
Es el acto más grande, más sublime y más santo, que se celebra todos los días en la tierra. Nada hay más sublime en el mundo que Jesucristo, y nada más sublime en Jesucristo que su Santo Sacrificio en la Cruz, actualizado en cada Misa, puesto que la Santa Misa es la renovación del Sacrificio de la Cruz.
Misa, Cena y Cruz son un mismo sacrificio. Con razón decía San Bernardo: "Más merece el que devotamente oye una Misa en gracia de Dios, que si diera todos sus bienes para sustento de los pobres".
"Oir una Misa en vida o dar una limosna para que se celebre, aprovecha más que dejarla para después de la muerte." (San Anselmo)
"Más aprovecha para la remisión de la culpa y de la pena, es decir, para la remisión de los pecados, oir una Misa que todas las oraciones del mundo" (Eugenio III Papa)
Con la Misa se tributa a Dios más honor, que el que pueden tributarle todos los Ángeles y Santos del cielo. Puesto que el de éstos, es un honor de criaturas, mas en la Misa se le ofrece su mismo Hijo Jesucristo, que le tributa un Honor Infinito. (San Alfonso Mª Ligorio).
Con la asistencia a la Misa, rindes el mayor homenaje a la Humanidad Santísima de Nuestro Señor Jesucristo. Durante la Misa te arrodillas en medio de una multitud de Ángeles que asisten invisiblemente al Santo Sacrificio con suma reverencia.
A la hora de tu muerte, tu mayor consolación serán las Misas que hayas oído durante tu vida. Cada Misa que oíste, te acompañará al Tribunal Divino, y abogará para que alcances el Perdón.
Con cada Misa, puedes disminuir el castigo temporal que debes por tus pecados, en proporción con el Fervor con que la oigas.
Con cada Misa aumentas tus grados de gloria en el Cielo. En ella recibes la bendición del Sacerdote, que Dios ratifica en el Cielo.
Santa Teresa suplicaba un día al Señor, le indicara cómo podría pagarle todas las mercedes que le había dispensado y le contestó "oyendo una Misa".
"Todas las buenas obras del mundo reunidas, no equivalen al Santo Sacrificio de la Misa, porque son obras de los hombres, mientras que la Misa es obra de Dios. En la Misa, es el mismo Jesucristo Dios y Hombre Verdadero el que se ofrece al Padre para remisión de los pecados de todos los hombres y al mismo tiempo le rinde un Honor Infinito". (El Santo Cura de Ars)
El calvario fue el primer Altar, el Altar verdadero, después todo el Altar se convierte en Calvario.
No hay en el mundo lengua con que poder expresar la grandeza y el valor de la Santa Misa. Si la verdad es que Cristo se ofrece al Padre Eterno todos los días en la Santa Misa por la salvación de los hombres, por la salvación de todo el mundo ¿vamos a dejarlo sólo?.
Busquemos la media hora diaria para unirnos a Jesús en la Santa Misa, para adorar al Padre y darle el honor que se merece, para darle gracias por tantos favores recibidos, para aplacar su ira irritada por tantos pecados y darle plena satisfacción por ellos e implorar gracia y misericordia para todos los hombres del mundo, en fin, para agrandar el Cielo y hacer más Gloriosa la Pasión de Cristo.
A ti, que tanto te gusta hacer el bien, ¿vas a dejar pasar diariamente la ocasión de unirte a la obra más grande que se realiza en la Tierra por el mismo Cristo?
Lee, piensa y medita muchas veces esta INVITACIÓN del Señor; y ten presente, siempre que..."AMOR CON AMOR SE PAGA".
Que Dios te bendiga y premie tu generosidad.
RESPUESTAS DE LOS FIELES EN LA SANTA MISA
1.- En el nombre del Padre... AMÉN
2.- La gracia... Y CON TU ESPÍRITU
Acto penitencial
3.- Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego ante Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
4.- Dios todopoderoso... a la vida eterna. AMÉN
5.- Señor, ten
piedad. SEÑOR TEN PIEDAD
Cristo ten piedad. CRISTO, TEN PIEDAD
Señor, ten piedad. SEÑOR TEN PIEDAD
6.- Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque solo Tú eres Santo, solo Tú Señor, sólo Tú Altísimo Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.
7.- Oremos. Al final de la oración: AMÉN
Liturgia de la palabra
8.- Primera lectura y segunda lectura. Al final de cada lectura, el lector dice: Palabra de Dios. Todos aclaman: TE ALABAMOS SEÑOR.
9.- Evangelio. El señor esté con vosotros. Y CON TU ESPÍRITU. Lectura del Santo Evangelio según san N. GLORIA A TÍ, SEÑOR. Acabado el evangelio se dice: Palabra del Señor. Todos aclaman: GLORIA A TÍ, SEÑOR JESÚS. (Homilía)
10.- Profesión de fe.
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de Vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo reciben una misma adoración y gloria. Y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
11.- Liturgia eucarística
Bendito seas Señor... BENDITO SEAS POR SIEMPRE SEÑOR.
12.- Orad hermanos...
EL SEÑOR RECIBA DE TUS MANOS ESTE SACRIFICIO PARA ALABANZA Y GLORIA DE SU NOMBRE, PARA
NUESTRO BIEN, Y EL DE TODA SU SANTA IGLESIA.
Oración sobre las ofrendas.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
AMÉN
Plegaria eucarística
13.- El Señor esté con vosotros... Y CON TU ESPÍRITU. Levantemos el corazón... LO TENEMOS LEVANTADO HACIA EL SEÑOR. Demos gracias al Señor, nuestro Dios... ES JUSTO Y NECESARIO.
14.- SANTO, SANTO,
SANTO ES EL SEÑOR, DIOS DEL UNIVERSO. LLENOS ESTÁN EL CIELO Y LA TIERRA DE TU GLORIA.
HOSANNA EN EL CIELO. BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR. HOSANNA EN EL CIELO.
Durante
la consagración, mientras no se diga lo contrario, los fieles están de rodillas.
15.- ANUNCIAMOS
TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN, ¡VEN SEÑOR JESÚS!
Al final de la plegaria
eucarística, el sacerdote toma la patena con el pan consagrado y el cáliz y,
sosteniéndolos elevados, dice:
Por Cristo, con él y en él, a
ti Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por
los siglos de los siglos.
El pueblo aclama: AMÉN.
Rito de la Comunión
16.- Fieles a la recomendación del Salvador... nos atrevemos a decir: PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE; VENGA A NOSOTROS TU REINO; HÁGASE TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL CIELO. DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA; PERDONA NUESTRAS OFENSAS, COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN; NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN, Y LÍBRANOS DEL MAL.
17.- Líbranos de todos los males, Señor... TUYO ES EL REINO, TUYO EL PODER Y LA GLORIA, POR SIEMPRE, SEÑOR.
18.- Señor Jesucristo, que dijiste... AMÉN.
19.- La paz del Señor esté con vosotros. Y CON TU ESPÍRITU.
20.- CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS. CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, TEN PIEDAD DE NOSOTROS. CORDERO DE DIOS, QUE QUITAS EL PECADO DEL MUNDO, DANOS LA PAZ.
21.- SEÑOR, NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANARME.
22.- El cuerpo de Cristo. AMÉN
23.- Oración después de la comunión.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
AMÉN.
24.- El Señor esté con vosotros. Y CON TU ESPÍRITU.
25.- La bendición de Dios Todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre vosotros. AMÉN. Podéis ir en paz. DEMOS GRACIAS A DIOS.
1. Desde el principio hasta el comienzo de la Liturgia de la palabra: DE PIE.
2. Durante las lecturas que preceden al Evangelio y el salmo responsorial: SENTADOS.
3. Durante el canto del Aleluya que
precede al Evangelio y durante la proclamación del mismo:
DE PIE.
4. Durante la homilía: SENTADOS.
5. Durante la profesión de fe (Credo) y la oración de los fieles: DE PIE.
6. Mientras se hace la preparación de los dones en el ofertorio, hasta justo antes del "Orad, hermanos" SENTADOS.
7. Desde "Orad hermanos... " hasta el momento de la consagración:
DE PIE.
8. Durante la consagración, DE RODILLAS, «a no ser que lo impida la estrechez del lugar, la aglomeración de la concurrencia o cualquier otra causa razonable».
9. Terminada la consagración y la
elevación del cáliz, con la genuflexión del sacerdote, hasta el final de la misa:
DE PIE.
10. Pero, "según la oportunidad, a lo largo del sagrado silencio que se observa después de la comunión", SENTADOS.