Una niña china, que cree, después de una aparición milagrosa
En las Relazioni della Missione, que hace monseñor I. Koffman, Obispo y Vicario
Apostólico del Schen Si meridional, en China, se refiere que, en diciembre de 1892, una
jovencita de familia cristiana no había aún recibido la Primera Comunión, porque no se
podía persuadir de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.
Un día, después de haber asistido a la Misa del misionero con otros fieles y
catecúmenos, se la vio correr al altar y mirar por todas partes; se le preguntó qué
buscaba, y respondió que, a la segunda mitad de la Misa, había visto a dos Niños
de maravillosa hermosura, y que quería ver dónde los había escondido el padre
misionero.
Se le explicó entonces que aquélla había sido la visión milagrosa que Dios le mandaba
para disipar sus dudas, y se convenció plenamente cuando supo también que las Hostias
consagradas eran dos, una de las cuales debía servir para la Comunión de un devoto.
(Ciotti, Narraciones de Primera
Comunión).
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