Promesas de Jesús a los devotos de la Divina Misericordia
A continuación, podrán leer las promesas dictadas por Jesús a Santa Faustina Kowalska:
“Me queman las llamas de la Misericordia, deseo derramarlas sobre las almas, y las almas no quieren creer en mi bondad. Oh, qué dolor me dan cuando no quieren aceptarlas (...) Dile a la humanidad doliente que se abrace a mi Corazón misericordioso y Yo la llenaré de paz”.
“La
humanidad no encontrará la paz hasta que no se dirija con confianza a
mi Misericordia”.
"De todas Mis llagas, como de arroyos, fluye
la misericordia para las almas, pero la herida de Mi Corazón es la
Fuente de la Misericordia sin límites, de esta fuente brotan todas las
gracias para las almas".
“El alma que confíe en mi Misericordia
no perecerá, ya que todos sus asuntos son míos. El alma más feliz es la
que confía en mi Misericordia, pues Yo mismo la cuido”.
"Proclama que ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión".
"Hija
Mía, escribe que cuanto más grande es la miseria de un alma tanto más
grande es el derecho que tiene a Mi misericordia e invita a todas las
almas a confiar en el inconcebible abismo de Mi misericordia, porque
deseo salvarlas a todas. En la cruz, la Fuente de Mi Misericordia fue
abierta de par en par por la lanza para todas las almas, no he excluido
a ninguna".
"Que los más grandes pecadores pongan su confianza
en Mi misericordia. Ellos más que nadie tienen derecho a confiar en el
abismo de Mi misericordia. Hija Mía, escribe sobre Mi misericordia para
las almas afligidas. Me deleitan las almas que recurren a Mi
misericordia. A estas almas les concedo gracias por encima de lo que
piden. No puedo castigar aún al pecador más grande si él suplica Mi
compasión, sino que lo justifico en Mi insondable e impenetrable
misericordia. Escribe: Antes de venir como juez justo abro de par en
par la puerta de Mi misericordia. Quien no quiere pasar por la puerta
de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia..."
"Prometo
que el alma que venere esta imagen no perecerá. También prometo ya aquí
en la tierra la victoria sobre el enemigo y sobretodo a la hora de la
muerte, Yo mismo la defenderé como a mi propia gloria... Ofrezco a los
hombres el vaso con el que han de venir a recoger las gracias a la
fuente de la Misericordia".
"A las almas que difunden el culto de mi
Misericordia, las protejo a lo largo de su vida como una madre cariñosa
protege a su niño todavía lactante. A la hora de su muerte, no seré para
ellas su juez sino su Salvador misericordioso. En aquella última hora
no hay para el alma más que una sola protección: MI MISERICORDIA"...
"Yo preservaré a las ciudades y casas en las cuales se encontrase esta imagen".
"Yo también protegeré a aquellas personas que veneren esta Imagen y tengan confianza en mi Misericordia".
HORA DE LA DIVINA MISERICORDIA: LAS TRES DE LA TARDE
La oración de las tres dictada por Jesús a Santa Faustina Kowalska es la siguiente:
Expiraste,Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota.
Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de misericordia para nosotros, en Ti confío.
El Señor le dijo a Santa Faustina Kowalska lo siguiente:
"Suplica
a mi Divina Misericordia, pues es la hora en que mi alma estuvo
solitaria en su agonía, a esa hora todo lo que me pidas se te
concederá, (es la hora en que Jesús derrama sus gracias especiales
sobre toda la humanidad, aunque sea por un brevísimo instante sumérgete
en oración de preferencia, ora La Coronilla y Dios te llenará de
múltiples bendiciones), yo protegeré a todas las casas, ciudades y
naciones donde veneren mi imagen."
"A las almas que recen esta coronilla, Mi misericordia
las envolverá en la vida y especialmente a la hora de la muerte.."
"Protegeré como una madre lo hace con su
hijo a todo aquel que durante su vida me venere, y nada de lo que me
pidan a las tres en punto de la tarde les será negado. A los sacerdotes
que proclamen y ensalcen mi imagen y la difundan y hagan conocer La
Coronilla, les otorgaré un poder extraordinario y ungiré sus palabras,
y tocaré los corazones de aquellos con quienes hablen de Mí."
"Hablen
de Mí todos aquellos que me conocen y difundan la enseñanza de La
Coronilla. Pido nuevamente que lo hagan a las tres de la tarde, a esa
hora derramaré sobre toda la humanidad que ore, un sin número de
gracias, cubriré con el agua de mi costado y con la sangre de mi
corazón a todo aquel que a Mi se acerque."
El rayo blanco es el
agua de Su costado, y el rayo rojo es Su sangre derramada por los
pecados del mundo. Todo el que se acerca a Él con fe y se lo pide,
cambia su vida.
La Coronilla de la Misericordia y las Tribulaciones
Un látigo poderoso para usar contra las próximas amenazas (tormentas, terremotos,erupciones volcánicas, tsunamis, etc.)
Dos
casos aparecen en el Diario de Santa María Faustina que envuelven
tormentas, #1731 y# 1791, y en ellos ella usa la Coronilla de la Divina
Misericordia como un látigo poderoso:
“Hoy me despertó una gran
tormenta, el viento estaba enfurecido y llovía como si hubiera un
huracán, a cada rato caían rayos. Me puse a rogar que la tempestad no
causara ningún daño; de repente oí estas palabras: Reza la coronilla
que te he enseñado y la tempestad cesará. Enseguida he comenzado a
rezar la coronilla y ni siquiera la he terminado cuando el temporal ha
cesado y oí estas palabras: A través de ella obtendrás todo, si lo que
pides está de acuerdo con mi voluntad.” (1731)
“Cuando
se acercaba una gran tormenta me puse a rezar la coronilla. De repente
oí la voz de un ángel: no puedo acercarme con la tempestad, porque el
resplandor que sale de su boca me rechaza a mí y a la tormenta. Se
quejaba el ángel con Dios. De súbito conocí lo mucho que habría de
devastar con esa tempestad, pero conocí también que esa oración era
agradable a Dios y lo potente que es la coronilla.” (1791)
Historia y más promesas:
En
1935, Santa Faustina recibió la visión de un ángel enviado por Dios
para amenazar cierta ciudad. Ella comenzó a orar por misericordia, pero
sus oraciones no tuvieron poder. De repente, vio a la Santísima
Trinidad y sintió el poder de la gracia de Jesús en ella. Al mismo
tiempo, se encontró a ella misma abogando a Dios por misericordia con
palabras que escuchó interiormente.
“Padre Eterno, Te ofrezco el
Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los
del mundo entero; por Su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros
y del mundo entero.” (Diario, 476)
“Mientras ella continuó diciendo
esta oración inspirada, el ángel se quedó sin ayuda y no pudo llevar a
cabo el castigo merecido” (ver Diario, 474, 475)
Al día
siguiente, mientras entraba a la capilla, escuchó de nuevo esta voz
interior, instruyéndola cómo recitar la oración que Nuestro Señor más
tarde llamaría “la Coronilla”. Desde ese momento, ella recitó esta
forma de oración casi constantemente, ofreciéndola especialmente por
los moribundos.
En posteriores revelaciones, el Señor hizo claro que
la Coronilla no era sólo para ella, sino para todo el mundo. Él también
atribuyó promesas extraordinarias a su recitación.
“Anima a las almas a rezar la Coronilla que te he dado” (Diario, 1541)
“Quienquiera que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte” (Diario, 687)
“Cuando
recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré ante el Padre y
el alma agonizante no como Juez justo sino como el Salvador
Misericordioso.” (Diario, 1541)
“Los sacerdotes se la recomendarán a
los pecadores como la última tabla de salvación. Hasta el pecador mas
empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la gracia de
Mi misericordia infinita.” (Diario, 687)
“A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de acuerdo con Mi voluntad” (Diario, 1731)
“Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia” (Diario 687)
En relación a los últimos tiempos"
"Prepararás al mundo para Mi última venida." (Diario 429)
"Habla
al mundo de mi Misericordia… Es señal de los últimos tiempos. Después
de ella vendrá el día de la justicia. Todavía queda tiempo para que
recurran, pues, a la Fuente de Mi Misericordia." (Diario 848)
"Habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día de Mi justicia." (Diario 965)
"Estoy prolongándoles el tiempo de la misericordia, pero ay de ellos si no reconocen este tiempo de Mi visita." (Diario 1160)
Antes del Día de la justicia envío el día de la misericordia". (Diario 1588)
"Quien no quiera pasar por la puerta de Mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de Mi justicia". (Diario 1146)
Además
de estas palabras de Nuestro Señor, la hermana Faustina nos da las
palabras de la Madre de Misericordia, la Santísima Virgen María.
"Tú
debes hablar al mundo de Su gran misericordia y preparar al mundo para
Su segunda venida. Él vendrá, no como un Salvador Misericordioso, sino
como un Juez Justo. Oh qué terrible es ese día. Establecido está ya el
día de la justicia, el día de la ira divina. Los ángeles tiemblan ante
este día. Habla a las almas de esa gran misericordia, mientras sea aún
el tiempo para conceder la misericordia." (Diario 635)
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