¡DESPIERTA, JOVEN INQUIETO!

Semblanza de Santo Domingo Savio a los 50 años de proclamación de su Santidad

Así, de una forma tan directa, me dirijo a ti con el deseo de que tomes la vida entre tus manos. Eres tú el único que sabe y debe pilotarla por los cielos de este bello mundo, que otros te lo hacen ver como horroroso y feo.

La tierra en que habitas, no es – ni mucho menos- como te la presentan los medios de comunicación social. Estos tienden a engañarte de mil maneras. La más grave para ti, es la tendencia a caer en la mediocridad y en tantas y tantas superficialidades de que las que se rodea, para cautivar a gente poco crítica ante ellos.

          “Despierta” es una orden que te das a ti mismo al comienzo de cada día luminoso. Sí, todo es luminoso si tus ojos, tu cuerpo y tu interior saben observar todo bajo la óptica de lo digno, hermoso y lindo que hay en ti.

          Y tu despertar será hermoso si, en lugar de ver los miles de fotogramas que llenan las pantallas de vulgaridad, te fijas en una serie de valores que conducirán tu bella existencia por  las sendas de ser tú mismo ante esta sociedad que únicamente te presenta estímulos que te llevan  a lo fácil. Nunca a la conquista de tu propia personalidad.

          Y puedes lograrlo siguiendo una escala de valores que son los cimientos de tu seguridad ahora, mañana y siempre.

          Vives en una época en la que necesitas de personas jóvenes que brillen ante la mirada de todos por su vida ejemplar, por la forma de vivir, divertirse y, por supuesto, sin dejar  de cultivar en ellos las semillas de lo religioso.

          Ya ves que hoy asistes impávido a reacciones antirreligiosas en tu misma ciudad, pueblo y nación. No es nada nuevo. Por eso, amigo/a, la figura de un joven como Domingo Savio puede ser para ti un faro que te oriente en los preciosos quehaceres de formarte integralmente en todos los valores que jalonan la personalidad de alguien que, siendo joven como tú, se te presenta como modelo, “ídolo” auténtico digno de ser imitado.

          Vas a conocer a este joven como punto importante de referencia a todo cuanto te sucede  en este  siglo XXI.

          ¿Y qué te sucede en estos años? Algo que hace que te replantees de nuevo y cada día los propios fundamentos de tu edificio personal.

         No hace mucho tiempo la revista americana “Crisis magazine” publicó los 12 mitos  que rigen la vida de mucha gente. Los redactores de esa página, se dieron cuenta de que chocaban con Cristo y su Iglesia, porque no se amoldan ni se dejan intimidar por nadie y, mucho menos, por modas de esta confusa época.

         Estos mitos los provocan el odio y  las pasiones estériles de los hombres que no han logrado un equilibrio personal, aunque tengan puestos de relevancia en la sociedad.

         Estos mitos son los que pululan por las cadenas, la prensa y por las páginas digitales de Internet.

          Ellos pretenden poner barreras a tu desarrollo y personalidad propia. Pero inoculan en la gente, joven y adulta, una serie de tópicos que alegran el mal gusto y la pasión de quienes se sienten halagados por tales afirmaciones que repiten como   cotorras una y otra vez.

1. Todas las religiones llevan al hombre hacia Dios. Te causa gracia de que algunos de tus colegas se declaren ateos y, sin embargo, son incapaces de desprenderse de él.

         Confunden fe, creencias y filosofía. Son distintas. ¿A qué Dios conducen las tres?

2.      Hay quien dice que el Dios del Antiguo y Nuevo Testamento son distintos. No, amigo. El Nuevo Testamento sólo da luz a lo que cuenta el Antiguo.      Ten en cuenta de que es un libro que vale para todos los tiempos, aunque hay personas incapaces de entenderlos. No cambia con los gobiernos de turno, a pesar de que el actual quiere que cambie. Un error. Un cristiano presta atención al Papa porque representa a Cristo en la tierra.

3. ¿Para qué confesarse con un sacerdote? Basta acudir directamente a Dios. Todo un buen  pretexto para no hacer ni lo uno ni lo otro. La reconciliación o confesión es algo mandado por Cristo en el Evangelio. Hay confesiones que envidian a la cristiana católica. Y no me digas que hay curas que comentan lo que le han dicho en la confesión. Ningún sacerdote ha faltado jamás al secreto de la confesión. Es el único tribunal que perdona en nombre de Dios.

4. Hoy se habla mucho de la reencarnación. Admiten  fácilmente esto y no creen en el cielo o el infierno. No hablan de reencarnación.

5. Este tópico es el que más quebraderos trae a muchos: La Biblia no condena la homosexualidad. Tampoco la Iglesia lo hace cuando se trata de une enfermedad. El homosexual- han dicho el Papa y los obispos- es un hijo de Dios y merece todo respeto. Lo que condena la Iglesia es que se dé el nombre de matrimonio a dos hombres juntos o a dos mujeres.

          Los políticos no   hacen caso a la Iglesia. Ellos buscan votos.

6. Vender los tesoros del Vaticano y darlo a los pobres. Te diría que empezaras por ti mismo. Pero, de eso ni hablar. Mira: los tesoros de la Iglesia han sido donados por los fieles. Si se dieran hoy esos tesoros, ¿crees que dentro de un mes ya no habría pobres? Esos tesoros estarían en manos de cuatro ricos o en museos. ¿Por qué no se reparte el dinero del Prado, del Louvre o los dineros de tantos clubs de fútbol?

La Iglesia mantiene esos tesoros de valor incalculable. Y son donaciones y, como tales, no se pueden vender sin la voluntad de los donantes. ¿Por qué no criticas los dineros de las Mezquitas de los árabes y su petróleo o  algunas Sectas millonarias.

7. ¿Para qué sirve el cristianismo u otra religión si cada cual sigue su propia conciencia?

  No es así. La conciencia está conformada por los Evangelios y por la Iglesia. Son ellos los que nos dicen lo que está bien o mal. Desde hace dos mil años son quienes defienden la libertad, la hermandad y la dignidad de la vida de todo hombre y mujer. El comunismo, nacismo, capitalismo salvaje se han decantado de parte del aborto, matrimonio libre, unión de lesbianas, homosexuales. Se ponen en contra de la Iglesia, es decir, de la verdad. Por algo será.

8.      Frente a esta confusión de ideas nuevas, ten en cuenta las palabras de Cristo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”.

9.  No existe una verdad absoluta. Otra gran barrera que impone con furor la “Nueva Era". Para esta falsa religión todo es relativismo moral. Cada vez que se ha quitado a Dios de la Historia ha sido para poner en su lugar al caudillo de turno. ¿No son verdades absolutas   la vida, la muerte, la honradez, el amor... Hoy se dice: Lo que es bueno para mí, es verdad. Lo que es malo  para mí, es mentira. 

10. No hay por qué asistir a la Iglesia. Otra barrera o tópico moderno. Si trabajas en una fábrica, ¿dejas de ir? Si eres socio de un club, ¿dejas de asistir alguna vez al menos?

11.  ¿Por qué se mete la Iglesia en el control de natalidad?

Ella se sitúa ante la defensa de la vida. Si te fijas  en tu ambiente y nación, verás que hay un  descontrol terrible de abortos y de destrucción familiar. ¿A cambio de qué? ¿Cuántos miles o millones de niños son asesinados- este es el nombre: asesinados- antes de nacer? Y mueren vilmente en nombre de la libertad y de la falsa democracia. Este año de 2004 van ya – en octubre- 50 millones de abortos.

12. Religión a la carta. Mira, si lo que quieres es una religión a tu gusto, búscala entre las más de 4000 sectas y falsas religiones que hay por todos sitios. Cristo, que sigue vivo, no deja a nadie indiferente, se le ama o se le odia. Ni con Cristo ni con la Iglesia se chalanea.

          Me ha parecido conveniente ponerte delante estas ideas predominantes en tu mundo, para que, al adentrarte en el significado de una persona joven de valor, sepas ir derecho a él, y alejarte de quien te “usa” y te “manipula”.

                                        Con afecto de amigo, Felipe Santos, O.S.B.

NB:  Aunque no cite, las ideas aquí expresadas se basan, fundamentalmente, en el libro que D. Bosco escribió sobre Domingo Savio, como modelo para sus compañeros. Publicada en la BAC, Madrid- 1955

Málaga (España)- septiembre- 2004

Para acceder a los capítulos, pulsa sobre ellos:

 

Introducción Capítulo IV
Capítulo I Capítulo V
Capítulo II  
Capítulo III  

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