IMPORTANTE ACLARACIÓN
La historia del santuario dedicado
a la Santísima Virgen de la Medalla Milagrosa en el Monte Picayo de Sagunto, en la
provincia de Valencia, que se te ofrece invitándote a que la leas si lo deseas.
Está construido en lo alto de un monte de difícil acceso, a 287 metros de altura entre
el mar en una parte y la fértil huerta valenciana en la otra. Tiene origen su
construcción en una inspiración deseo de la Santísima Virgen de ser allí venerada.
Desde ese santuario, único en toda la Comunidad Valenciana dedicado a la Virgen
Milagrosa, se ha convertido en faro de luz para los navegantes y especial protectora de
los desterrados hijos de Eva que a ella acudan con confianza y fervor.
"PONDRÉ ENEMISTAD ENTRE TI Y LA MUJER, ENTRE TU DESCENDENCIA Y LA SUYA, ELLA
APLASTARÁ TU CABEZA CUANDO TÚ LE HIERAS EL PIE."
La fuerte resistencia que Satanás y sus secuaces llámense como quieran opusieron a que
el santuario no se construyera, lo dice bien claro, que de los veinte años que el
santuario está construido más de diez ha estado abandonado por los que estaban obligados
a atenderlo.
En el mes de octubre de 1993 un señor, por medio de una casual yo diría providencial
lectura se entera que en el Monte Picayo existe un santuario a la Virgen Milagrosa, a la
que declara tener una especial devoción, gratitud y amor, por haber recibido de ella
muchas muestras de maternal protección y amparo, con una particular mención a la noche
del 27 de noviembre de 1966, fiesta de la Virgen Milagrosa, en casa durmiendo. El día 16
de julio de 1975, fiesta de la Virgen del Carmen, en el santuario de las apariciones de la
Virgen Milagrosa en París (Francia). El día 2 de febrero de 1977, fiesta de la
Presentación de Jesús en el Templo por la Virgen -Candelaria- en la cama de un hospital
en Valencia, librándole de los peligros que en ese momento le acechaban tanto
espirituales como corporales.
Recordando los beneficios que a manos llenas derrama la Virgen sobre él, pensó visitarla
en ese santuario para darle gracias. Pero pasó el tiempo, y aunque siempre que pasaba en
el tren por Sagunto miraba el monte pensando dónde estaría el santuario, la deseada
visita no se realizó.
¡Qué lejos estaba de imaginarse tan siquiera lo que tenía que hacer, precisamente en
ese santuario para él desconocido!
"MIS DESEOS NO SON VUESTROS DESEOS, NI MIS OBRAS SON VUESTRAS OBRAS", dice el
Señor Dios de los ejércitos.
Transcurrido un tiempo, y por medio de unos signos providenciales varias veces repetidos,
vio claramente que a sus 63 años de edad, con seis intervenciones quirúrgicas en su
cuerpo, con gran cantidad de pecados de toda índole y gravedad, pesando sobre su
conciencia; sin saber leer ni escribir correctamente lo imprescindible para no ser
completamente analfabeto y con muchas faltas de ortografía; residir en una ciudad a 40
Km. de distancia donde estaba el santuario a 385 metros de altura, sin vehículo propio
para desplazarse, desconocer el monte, pues no había estado nunca, y solo, completamente
solo para llevar a feliz término la misión que se le encomendaba.
Todas las consideraciones anteriormente dichas no fueron obstáculos suficientes para que,
después de ver claramente que había sido escogido para hacer la voluntad de Dios y deseo
de la Virgen de ser allí venerada de nuevo con la advocación de Virgen Milagrosa, decir:
Aquí estoy, Madre, Reina y Señora mía, para hacer tu voluntad.
Inmediata e incondicionalmente se puso a su servicio para que hiciera de él lo que
quisiera.
Aquí empieza la historia que con las vicisitudes, problemas y contrariedades que llevan
consigo todas las obras de Dios, terminaba el último domingo del mes de mayo de 1994 con
la entronización, para ser públicamente venerada la Santísima Virgen de la Medalla
Milagrosa en su santuario del Monte Picayo como lo había pedido.
El relato que cuenta los hechos como sucedieron desde el principio se escribió sólo y
exclusivamente para uso privado y particular del que los vivió con el fin de evitar
protagonismo y posible vanagloria personal que no se deseaba.
Pero la transformación que desde que la Virgen estaba allí se había producido en el
santuario y sus alrededores, pronto dio sus frutos. Y visto el interés que las buenas
gentes devotas de la Virgen Milagrosa, que habían sido testigos del abandono y brutal
deterioro progresivo durante varios años, tenían por saber el motivo de este resurgir y
callado trabajo que para conseguirlo se estaba realizando, pensó contra su voluntad y
deseo de mantenerlo en secreto para evitar que en lo sucesivo si se contaba de palabra se
interpretara mal. Teniendo presente el evangelio, que dice que la luz no se enciende para
ponerla bajo la cama donde nadie se beneficie, sino en lo más alto de la casa, para que
todos participen de su luz o calor, según la finalidad para lo que se encienda.
Con estas consideraciones, y después de consultadas varias personas más versadas y
experimentadas que él en la materia, que le aconsejaban y animaban a que sin demora lo
hiciera realidad para gloria de Dios, honra y
honor de la Santísima Virgen, hoy tan cuestionada y puesta en entredicho su Concepción
Inmaculada, su Divina Maternidad y su poderosa intercesión ante Dios en favor nuestro.
¡Ya no lo pensó más! Se habían despejado todas sus dudas. Estaba en entredicho la
gloria de Dios y honor de la Virgen, que él tanto quiere.
Tenía que hacer por su parte todo lo que fuera posible para que la Virgen volviera a ser
considerada como lo que es en el plan de Dios: nuestra Madre y poderosa intercesora ante
él.
Si para conseguirlo había que sacrificar su intimidad con la Virgen, en favor de los que
después de leer este sencillo reportaje histórico del santuario de la Virgen Milagrosa
se sientan atraídos hacia ella suban a visitarla y con confianza y fervor postrados a sus
pies le pidan que no los abandone, es motivo más que suficiente para que se saque del
cajón donde permanecía guardado un trabajo escrito con escrupuloso interés en reflejar
tal y como sucedieron los hechos.
"EL CELO DE TU CASA ME CONSUME", dice la Sagrada Escritura.
La gloria de Dios, honor de la Virgen, y provecho espiritual y corporal de los que lo lean
hace publicar este pequeño trabajo que se entregará a todos los que tengan interés en
adquirirlo y leerlo.
Sin más dilación, te remito a una lectura atenta y detallada de unos hechos que,
sucedidos "ENTRE OCTUBRE DE 1993 Y MAYO DE 1994", se ponen a tu consideración,
para que después de leerlos los juzgues y saques en consecuencia buenos y saludables
frutos de su sosegada y atenta lectura.